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11 de junio
12:26 2012
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Los conductores sin control emocional disparan sus probabilidades de accidente

Hasta el 90% de los accidentes de tráfico se deben al factor humano, principalmente por las distracciones, la prisa y la velocidad inadecuada. Detrás de estos comportamientos hay emociones sin controlar: Uno de cada diez conductores es capaz de controlar sus emociones al volante, pero el 72% tiene un control bajo y el 17% no tiene ningún control.

Unespa ha presentado las conclusiones del estudio Zen Driving, desarrollado por Prevensis y patrocinado por la asociación en el II Premio de Seguridad Vial, para el que se ha analizado el comportamiento de más de 1.000 conductores. La presidenta de Unespa, Pilar González de Frutos, reafirmó en la presentación que detrás de cada accidente hay un factor emocional y ahora "por primera vez lo hemos cuantificado".

Hay decisiones que marcan de por vida, pero conduciendo se toman en un segundo y en ese brevísimo plazo hay que analizar y actuar. Aunque los conductores nos equivocamos más al ver, la gran mayoría de accidentes se deben a un mal análisis, explicó Jesús Gómez, gerente de Prevensis. La toma de decisiones depende de la atención y las creencias y "el objetivo es que el conductor sepa qué y cuánto influyen las emociones".

Drogados por las emociones

Las emociones nos hacen conducir como si estuviéramos bajo los efectos del alcohol o las drogas. Dicho de otro modo, "conducimos drogados por nuestras emociones", resumió Jesús Gómez. Por ello el estudio ha medido las pulsaciones y la frecuencia cardíaca que, cuanto menores sean, harán que nuestra conducción sea más relajada y segura.

Las conclusiones del trabajo permiten establecer el denominado ranking del enfado: tener un vehículo por detrás muy pegado es lo que más altera a un conductor, seguido de los atascos; la prisa; los vehículos que tratan de colarse en una retención o incorporación; los que circulan a velocidad lenta; y vehículos que no facilitan la incorporación o el cambio de carril.

El estrés depende del conductor, no de la situación en sí. Aquellos que presentan una respuesta fisiológica agresiva tienen hasta un 2,5% más de probabilidades de recibir sanciones y un 30% más de tener que afrontar partes de accidente.

Las conclusiones son variadas y dan lugar a lo que Prevensis ha llamado 'Zen Driving', que consiste en una serie de pautas para ayudar a la gente a mantener una conducción más segura. Es un decálogo de consejos para el 'conductor zen': Tomar conciencia de lo que se va a hacer; tener motivación; sentarse cómodo en el vehículo; evitar las distracciones; dejarse ir, fluir con el tráfico; no ir con el vehículo muy revolucionado para evitar un ruido elevado; mantener suficiente espacio con el coche de delante; respirar correctamente; ser amable; y ser positivo.

En la presentación del estudio participaron la titular de la DGSFP, Flavia Rodríguez-Ponga, que instó a seguir con los premios y con este tipo de estudios; la fiscal de Seguridad Vial, Elena Aguero; y Francisco Marco, presidente de la Comisión de Automóviles de Unespa, quien avanzó que la asociación va a realizar una nueva convocatoria del Premio de Seguridad Vial al que se destinarán 180.000 euros.