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16 de marzo
09:08 2012
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Solvencia II pone contra las cuerdas a las aseguradoras cautivas

La creación de aseguradoras cautivas (fundamentalmente de reaseguro) por parte de las empresas españolas es una práctica más extendida de lo que parece. Según algunos cálculos, del Ibex 35 casi una treintena de compañías tiene cautivas. Y en Luxemburgo, el país preferido por las empresas españolas para crear estas entidades, había registradas a finales de 2010, según los últimos datos del supervisor del sector asegurador del país, una veintena de estas firmas con las casas matrices ubicadas en la Península Ibérica. Todas estas compañías tienen un problema con los nuevos requisitos exigidos por Solvencia II, tal y como en este momento está planteada la directiva, pero son las más pequeñas las que tienen el futuro más complicado.

Uno de los problemas se deriva de los nuevos requisitos de capital. Hasta ahora sólo se les pedía un capital mínimo, pero con Solvencia II se les exigirá también el cálculo de un capital de solvencia obligatorio de acuerdo a un baremo (SCR), lo que podría ser demasiado costoso para algunas pequeñas entidades. El objetivo de la nueva regulación es armonizar todo el mercado e intentar que todos, grandes, medianos y pequeños, tengan las mismas normas. En el caso de las grandes están ya en línea puesto que se han ido adecuando con Solvencia I, no así los medianos, y sobre todo las firmas de menor tamaño. Otro problema que introducirá presión sobre el sector, en este caso también sobre las entidades más grandes, es la exigencia de mayores requerimientos de información y los cambios en la forma de preparar la documentación, lo que generará más costes, y por tanto incrementará los gastos derivados de la administración de la cautiva.

Ante esta situación se espera que muchas de estas entidades más pequeñas desaparezcan o que migren fuera de Europa, rumbo a los grandes paraísos fiscales que albergan a la mayoría de estas compañías, como las Islas Cayman. Esta situación, según explica Ignacio Delgado, director de Departamento de Cautivas de Marsh, bróker que gestiona el 23% de las cautivas del mundo, ha generado gran intranquilidad en los países europeos donde tradicionalmente se registran estas entidades, Luxemburgo, Irlanda y Malta, ya que se trata de un sector que genera una gran cantidad de volumen de negocio y empleo.

La situación de Irlanda y Malta es algo más complicada que la de Luxemburgo porque en este último país las compañías tienen que dotar obligatoriamente el resultado a reserva de siniestralidad, por lo que a la hora de calcular el SCR y MCR esa reserva va a formar parte del capital, de forma que las cautivas radicadas en este país estarían, en principio, mejor preparadas que las de Irlanda y Malta, donde las compañías pueden destinar el resultado a dividendos. Entre los grandes paraísos fiscales internacionales a los que podrían ‘huir’ las cautivas españolas para escapar de Solvencia II está Bermudas, donde están domiciliadas el 15% de las cautivas de todo el mundo, e Islas Cayman, con el 13%. Sin embargo, Bermudas tampoco es ya una opción porque esta jurisdicción ha asimilado las normas de Solvencia II, con lo que las Cayman serán el destino más probable. No obstante, migrar a un paraíso fiscal fuera de la UE puede ser una solución para algunas cautivas, pero no es gratis. Mantener una cautiva en estos territorios es más caro porque se incrementa el coste de la prima.

Este complicado panorama para el sector de las aseguradoras cautivas de reaseguro, sobre todo las de menor tamaño, puede que no se confirme si tal y como señalan algunos expertos finalmente cambia la redacción actual de Solvencia II y se establece algún tipo de mecanismo para aligerar la presión sobre las cautivas y minimizar el impacto negativo en Luxemburgo, Irlanda y Malta.