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21 de septiembre
08:28 2016
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Suspenso a las empresas por no ayudar a los empleados a preparar su jubilación

España se encuentra en el penúltimo puesto en preparación para la jubilación de los 15 países que Aegon incluye en el Estudio de la Preparación para la Jubilación. Su puntuación es de 5, frente a una media global de 5,8. Solo supera a Japón (4,7), y por delante hay países emergentes como Brasil (6,7) o India (7,3), ambos a la cabeza del ranking. Y lo peor es que su situación no ha mejorado desde que se comenzó a elaborar este informe, hace 5 años. ¿Qué falla? En el caso de la población con capacidad de ahorro, la concienciación. En España no hay cultura del ahorro a largo plazo: hay que crearla. Y las empresas son una pieza clave para lograr este objetivo, aunque de momento hacen poco.

Según ha explicado el CEO de Aegon España, Jaime Kirkpatrick, “las empresas suspenden a la hora de prestar ayuda a sus empleados de cara a planificar su jubilación”. Muy pocas contribuyen a la concienciación de esta necesidad, pese a que según ha destacado Kirkpatrick, “son servicios muy valorados sin suponer un esfuerzo enorme”. En concreto, el 49% de los empleados españoles afirma que no recibe ningún tipo de servicio ni ayuda por parte de sus empresas para prepararse para la jubilación. Sólo el 21% siente que en su lugar de trabajo se le facilita suficiente información para planificar correctamente ese momento.

Solo el 27% de los españoles ahorra habitualmente

para la jubilación frente al 38% de media internacional

Es una lástima. Según Aegon, el acceso al mercado laboral es un momento idóneo para que los trabajadores incorporen el ahorro como un hábito a la edad más temprana posible. Esta es otra de las conclusiones clave del estudio: solo el 27% de los españoles ahorra habitualmente frente al 38% de la media internacional. En los años en los que se ha llevado a cabo el estudio el porcentaje de ahorradores habituales se ha mantenido constante 26-28%, salvo en 2013, que bajó al 19%.

Como la empresa es clave en el proceso de concienciación, Aegon ha concentrado en este ámbito buena parte de las recomendaciones realizadas para revertir la situación. En primer lugar, hay que animar a los empresarios a que establezcan Planes de ahorro: “Es preciso que los políticos aumenten los incentivos a los empresarios, acaben con las barreras a la creación de Planes y abran éstos a todos los trabajadores. Es preciso alentar a los trabajadores a ahorrar de forma constante a través de una deducción de su nómina. Los incentivos a la participación, como las contribuciones equivalentes del empresario y del Estado, atraerán la atención hacia las ventajas de destinar una parte del salario a un plan para la jubilación auspiciado por el empresario”.

En este sentido, Aegon aboga por la participación automática de los trabajadores en un Plan de la empresa: “No notan el descuento tanto como si tuvieran que hacer ellos mismos la transacción o como si tuvieran que gestionar su propia cartera”. ¿Pero qué opinan los españoles? Pues están entre los más reacios a este sistema de contribución automática: el 19% no encuentra atractivo esta opción con una tasa de contribución del 6%, frente a un 11% de media global; y el 21% no lo encuentra interesante con una contribución del 8%, frente a un 13% global.

Un 48% de los encuestados

tiene planeado dejar de trabajar inmediatamente

una vez alcanzada la edad de jubilación

La aseguradora también ha insistido en la necesidad de que las empresas faciliten que los trabajadores sigan en la empresa después de la edad de jubilación normal ofreciendo opciones como trabajo flexible, reducción de horario, trabajo en otro puesto... Esta jubilación flexible y activa va ganando adeptos entre los ciudadanos. Aunque un 48% de los encuestados tiene planeado dejar de trabajar inmediatamente una vez alcanzada la edad de jubilación, un 26% optaría por compatibilizar la pensión con un trabajo a tiempo parcial. El economista José Carlos Díez, que participó en la presentación del estudio, considera que soluciones flexibles hay, “pero hay que sacar el debate y llevarlo al Parlamento. Otros países ya lo han hecho”.