Grupo Aseguranza

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23 de agosto
12:26 2017
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Las catástrofes dejan unas pérdidas globales de 44.000 millones en 2017

En los seis primeros meses de 2017, los diferentes eventos catastróficos han causado unos daños globales de 44.000 millones de dólares, una cifra muy por debajo de la media registrada en la última década (120.000 millones) y significativamente inferior a la de hace un año, según las estimaciones de Sigma y Swiss Re. Del total, sólo 23.000 millones estaban asegurados.

De los 44.000 millones de pérdidas totales, 41.000 se deben a catástrofes naturales, aunque el coste para el seguro sólo se ha elevado a 20.000 millones. Por su parte, los desastres antropógenos (causados por la actividad humana) han ascendido a 3.000 millones y casi su totalidad eran daños asegurados.

También nos deja un trágico balance de 4.400 víctimas mortales y desaparecidos, unas 400 personas menos que en el mismo periodo de 2016. Si bien, se prevé que este número puede aumentar tras las graves olas de calor que se están produciendo en Europa a lo largo del periodo estival.

Fuertes tormentas en Estados Unidos

En este primer semestre de 2017, Estados Unidos ha sufrido fuertes tormentas eléctricas. En concreto, se han producido cuatro eventos catastróficos severos que han dejado cada uno de ellos más de 1.000 millones de pérdidas aseguradas. La tormenta más grave tuvo lugar en mayo en Colorado, extendiéndose durante cuatro días y causando unos daños valorados en 2.200 millones de dólares. "Afortunadamente, la mayoría de los hogares y negocios estadounidenses están asegurados", precisa Kurt Karl, economista jefe de Swiss Re.

Fuera de Estados Unidos, el evento catastrófico más luctuoso ha sido el ciclón tropical Debbie, que golpeó la costa del noreste de Australia a finales de marzo y ocasionó unas pérdidas aseguradas de 1.300 millones de dólares.

Otras catástrofes de gravedad fueron las inundaciones de Perú y las heladas sufridas en Estados Unidos y Europa a primeros de año. Para el segundo semestre de 2017, se temen los efectos de las altas temperaturas, el clima seco y los incendios forestales.