Grupo Aseguranza

inicio
20 de octubre
08:24 2016
Compartir

Expertos reclaman un nuevo diseño de las pensiones de viudedad y orfandad

La Comisión de Seguimiento y Evaluación del Pacto de Toledo inició el 18 de octubre una serie de reuniones informativas. El objetivo, empezar a analizar la situación financiera de las pensiones públicas y las posibles soluciones para garantizar la sostenibilidad del sistema. Ante este inminente debate y la conciencia generalizada de que las pensiones públicas no se pueden bajar, o al menos no mucho, los expertos exponen sus propuestas y advertencias.

Financiar las pensiones con

impuestos es peligroso

En la presentación del estudio ‘La revolución de la longevidad y su influencia en las necesidades de financiación de los mayores’, ganador del XI Premio Edad&Vida, su coordinador y profesor titular de la Universidad de Valencia, Enrique Devesa, ha alertado de que el recurso a financiar las pensiones con impuestos es peligroso. Considera que las pensiones contributivas se tienen que pagar con cotizaciones. Una reflexión similar realizó recientemente la presidenta de Unespa, Pilar González de Frutos, para quien resulta obvio que en el corto plazo, de una forma u otra, habrá que hacer entrar en el juego de las pensiones al caudal general de impuestos. Pero advirtió que debe quedar claro que “todo recurso externo a las cotizaciones supone un indeseable paso atrás en eso que el Pacto de Toledo llamó la clarificación de las fuentes de financiación. Por lo tanto, todo mecanismo de este tipo debiera estar presidido por 2 características: la transparencia y la provisionalidad”.

Enrique Devesa tampoco cree que sea una solución que las pensiones de viudedad y orfandad pasen a ser no contributivas, una posibilidad que se ha apuntado desde el sector asegurador. A su juicio, lo que habría que realizar es un rediseño de las mismas: “No tiene sentido que actualmente alguien cobre una pensión vitalicia cuando puede incorporarse al mercado de trabajo. Dar una pensión de viudedad para todo el mundo por ley no tiene sentido”.

Además, este experto considera que el Índice de Revalorización de las Pensiones (IRP) introducido en la reforma de 2013, y que supone desligar la actualización anual de las pensiones del IPC y vincularla al equilibrio presupuestario del sistema, no debería incorporar el suelo del 0,25%. Es decir, si el IRP cae un 2% las pensiones deberían hacerlo en la misma proporción (y no subirse ese mínimo del 0,25%), y pagar la diferencia con impuestos y no con cotizaciones.

Los Planes de Pensiones percibidos en rentas vitalicias

deberían estar exentos de impuestos

En el mismo foro, José Antonio Iglesias, vicepresidente de Fundación Edad&Vida, comentó las recomendaciones realizadas desde la fundación. Una de ellas, optimizar el tratamiento fiscal de los productos privados de ahorro complementario. A su juicio, “en Planes de Pensiones, la percepción en rentas vitalicias debería estar exenta de tributación”. También ha pedido la incorporación de un sistema de cuasiobligatoriedad, ‘auto enrolamiento’, en el que al trabajador por cuenta ajena se le incluya en un sistema de ahorro de cara a su jubilación, reteniendo su derecho a decidir salirse: “Hay que poner el ahorro donde se generan los ingresos, en las empresas”, una propuesta que también han puesto sobre la mesa tanto compañías aseguradoras individualmente como Unespa.

Por último, una tercera petición, que también demanda el sector asegurador: la comunicación por parte de la Administración de la información sobre la pensión pública a esperar por parte de la Seguridad Social, la denominada Carta Naranja: “La Administración es reticente porque piensa que puede no ser una información que finalmente sea la correcta. Pero aunque eso sea así, en cualquier caso al ciudadano ya le da una pauta”. 

 

Artículos relacionados