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13 de noviembre
08:31 2015
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Pelayo entrega a Fernando Ledesma el Premio para Juristas de Reconocido Prestigio

Fernando Ledesma recogió anoche el XXI Premio Pelayo para Juristas de Reconocido Prestigio, entregado por el ministro de Justicia, Rafael Catalá. El ministro ensalzó la figura de Fernando Ledesma, su compromiso con el mundo del Derecho y con la democracia, de suma importancia en momentos como los actuales en los que “una minoría quiere imponer a los demás catalanes y a los españoles decisiones contra toda lógica”.

El presidente de Pelayo, José Boada, subrayó al inicio del acto que el Premio sigue fiel a los objetivos con los que se creó de reconocer a una personalidad del Derecho. Señaló que en especialmente en estos días con la situación política, es bueno premiar “la labor callada de profesionales que constituyen con su quehacer mecanismos para la convivencia democrática”.

Sociedad y convivencia democrática

Fernando Ledesma reflexionó en su discurso sobre la función política, el Estado del bienestar y la responsabilidad de los juristas ante una sociedad fragmentada. Primero, pidió amplitud, en el sentido de que “cuanto más extenso sea el campo en que coinciden los hombres y las mujeres de un país, de mayor estabilidad y paz disfrutarán los ciudadanos que lo habiten. Decidir las prioridades y determinar cómo se obtienen los medios precisos para satisfacer las necesidades públicas son responsabilidades que los políticos no pueden trasladar a nadie”.

Sobre el Estado del bienestar, dejó claro que “no comparto las tesis en favor del desmantelamiento del Estado. Todavía hay muchas discriminaciones por corregir. Y, aunque reconozco -y apoyo- la capacidad creadora de la iniciativa privada, pienso que los poderes públicos aún tienen mucho que hacer para reducir aquellas diferencias. Conozco la realidad de la crisis fiscal de los Estados democráticos, mas no creo que justifique el abandono de aquél horizonte de bienestar”.


Finalizó expresando que “l
a convivencia democrática plantea en España problemas nuevos. Sabremos hacer frente a ellos y resolverlos en paz. Algunas condiciones son imprescindibles para conseguirlo: mantener la unidad de España, respetar el principio de legalidad democrática del que forma parte esencial el deber de fidelidad a la Constitución por parte de todos los poderes públicas, y fortalecer nuestra integración en Europa, la Europa de la Ilustración, de los derechos fundamentales y de la paz solidaria”.


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