Aumenta el apetito por los bonos catástrofe emitidos por las aseguradoras

El aumento de las pérdidas derivadas de las catástrofes naturales ha vuelto a abrir el apetito de los inversores por los bonos catástrofe. Sólo en el cuarto trimestre del pasado ejercicio, las compañías de seguros y reaseguros emitieron 1.500 millones de euros en este tipo de vehículos financieros utilizados para transferir al mercado las posibles pérdidas que se deriven de una catástrofe natural, según publica Negocio. Estas titulizaciones, también conocidas como ‘bonos de actos de Dios’ en el mercado financiero, volvieron a cobrar protagonismo tras el terremoto que asoló Japón el 11 de marzo de 2011. El pasado ejercicio se cerró como el más costoso para el seguro, con cerca de 76.000 millones de dólares de pérdidas aseguradas, y la transferencia de riesgo al mercado financiero fue de cerca de 3.500 millones de euros, según Aon Benfield, que certifica que estos bonos cuentan con una fuerte demanda por parte de los inversores, a pesar de que la cifra global de 2011 es un 13% inferior a la registrada en 2010.