Aunque la nueva ley de autónomos entró en vigor el pasado mes de octubre, gran parte de sus medidas no lo han hecho hasta el 1 de enero de 2018. Entre ellas, destaca la ampliación durante un año más de la tarifa plana de 50 euros de cotización a la Seguridad Social. De esta forma, la reducción se extiende hasta 24 meses, con un descuento del 50% los siguientes 6 meses y del 30%, los seis meses últimos.

Se pueden acoger a la tarifa plana los nuevos autónomos y quienes no hayan estado en alta como trabajadores por cuenta propia en los dos años inmediatamente anteriores (o tres años para quienes ya disfrutaron de la reducción y quieren volver a beneficiarse). Se trata de una novedad importante ya que hasta ahora se requería un mínimo de cinco años.

Se prevé que esta medida beneficiará a 140.500 personas durante 2018, que se sumarán a los 1,3 millones de trabajadores por cuenta propia que ya se han acogido a la tarifa plana desde su puesta en marcha en 2013.

Con el nuevo año, también se han hecho efectivas otras medidas: se modifican los recargos por retraso en los pagos de cotizaciones a la Seguridad Social, que pasan del 20% al 10% si se paga en el primer mes natural siguiente; se podrá cambiar hasta cuatro veces en el mismo año la base de cotización y  solo tendrán que pagar desde el día en que se den de alta o baja en el RETA, no todo el mes como hasta ahora.