Cambio de tendencia: el fraude ocasional al seguro crece tras 4 años cayendo

AXA ha presentado el V Mapa AXA del Fraude en España. De los datos hay una primera conclusión: el fraude sigue siendo un problema para el sector asegurador, sigue creciendo; también el evitado. En el caso de AXA, en 2017 se han ahorrado en pagos indemnizatorios fraudulentos 62,7 millones de euros, un 6% más que un año antes. Los siniestros falsos sumaron casi 20.000, un 9,3% más que en 2016. 
 
No obstante, Arturo López, director de Siniestros de AXA España, ha querido insistir en que los siniestros totales ascienden aproximadamente a un millón, por lo que más del 98% de los clientes "hacen un uso honesto de las coberturas y los contratos firmados con la aseguradora". El año pasado los pagos evitados por casos de fraude y que no fueron repercutidos en el resto de asegurados supusieron un ahorro del 5% en la prima de Autos y de hasta el 17% en la de RC. 
 
Si se extrapolan y ponderan los datos de la compañía por su cuota de mercado geográfica se infiere que la tasa de fraude nacional continúa aumentando, y se sitúa en el 1,73%, incrementándose una décima respecto al ejercicio anterior, y casi doblándose desde 2012, cuando se encontraba en menos del 1%.
 
Del informe se extraen importante novedades y nuevas tendencias. La aseguradora identifica 3 tipos de fraudes: ocasional, premeditado y organizado. Los primeros (aquellos en los que se aprovecha la realidad de un siniestro para introducir daños preexistentes o anteriores) crecen tras 4 años consecutivos de descensos. Pasan de representar el 52,1% de los casos en 2016 al 55,2%.
 

Aumenta el fraude ocasional y el organizado,

mientras que se reduce el premeditado

Según explica Arturo López, hay varias causas tras esta evolución de los fraudes oportunistas. En primer lugar, la mayor maduración de las capacidades de investigación y detección. Además, asegura que se ha observado una basculación del fraude premeditado al ocasional, actitud que tiene que ver con una mayor concienciación de la sociedad: "Cada vez existe un mayor reconocimiento de las consecuencias penales de cometer un fraude, que en el ocasional son menos graves". El 65% de las ocasiones se trata de un fraude inferior a los 600 euros.
 
El fraude premeditado (los daños reclamados son reales o ficticios, pero todos han sido planificados con antelación) supone el 41% de los casos, y en esta ocasión se ha producido un descenso respecto al ejercicio anterior, cuando fue del 45%. El coste medio de este tipo de fraudes es de más de 4.000 euros.  
 
Respecto al fraude organizado se constata que sigue siendo grave, peligroso, y sigue creciendo. El número de siniestros evitados llevados a cabo por las tramas organizadas creció un 19% y supone ya el 3,2% del total frente al 1% de 2015. El importe medio a defraudar por las tramas continúa mostrando una caída, pasando de los 5.500 euros de 2015 a los 2.400 euros de 2017, lo que indica que "se intenta no llamar la atención" cometiendo un mayor número de delitos por un importe menor. 
 
Las falsas intoxicaciones
 
En esta categoría encontramos un fraude del que se lleva hablando unos años, el de los falsas intoxicaciones alimentarias, "una trama organizada de un nivel sorprendente", comenta Arturo López. El cerebro de esta trama era una red de unos 77 despachos de abogados que captaban a turistas, normalmente británicos, a la salida de los hoteles o aeropuertos españoles, y a los que se les proponía la posibilidad de interponer en Reino Unido una reclamación contra el hotel por una enfermedad gástrica. Según informa AXA, la actuación conjunta del sector para combatir estos casos, la colaboración con la Guardia Civil y la implicación a nivel político ha permitido la detención e identificación de numerosas personas pertenecientes a estas tramas. No obstante, el asunto no está resuelto al 100%.
 
En relación a la naturaleza del fraude, los materiales representan el 73% de los casos y los corporales el 27%. Pese a estos porcentajes, los

El importe medio del fraude corporal

cae un 19% por efecto de

la aplicación del Baremo de Autos

casos de fraude en los que se reclama un daño material concentran solo el 41,5% del total del importe que se intenta defraudar al seguro; son los fraudes en el ámbito corporal los que generan el mayor montante económico, aunque se ha producido una reducción del 19% respecto al año anterior, de 8.000 euros a 6.500. 
 
Según explica el director de Siniestros de AXA España, tras esta reducción puede estar el efecto de la aplicación del nuevo Baremo de Autos: "La despenalización de las faltas y la práctica desaparición del 'latigazo cervical' están detrás de esta reducción de la indemnización por este fraude. En cualquier caso, la fuerte intensidad del fraude corporal hace que siga siendo atractivo para quien está dispuesto a defraudar". Los importes medios que se tratan de cobrar aduciendo daños materiales también caen, hasta los 1.700 euros. 
 

Desciende el fraude en Autos y Multirriesgos

y se incrementa en Diversos

Por ramos, Autos sigue siendo el 'Rey' por número de fraudes, representando más del 60% de total. Sin embargo, se ha reducido el volumen. También ha descendido el de Multirriesgos (Hogar, Comercio y Oficinas y Comunidades) hasta acaparar el 30%. Frente a esta evolución, los intentos de fraude se han incrementado, y no poco, en el caso de Diversos (RC, Transporte, Industrias, Salud, Accidentes y Vida), que pasan de representar el 7,1% en 2012 al 10%. 
 
Respecto a Vida, se consolida el crecimiento del número de casos de fraude. En 2016 creció un 35%, y en 2017 un 18% sobre ese porcentaje. La cuantía del fraude evitado asciende a 7,6 millones.