La campaña al Colegio de Madrid se endurece a un día de las elecciones

Mañana celebra elecciones el Colegio de Madrid y la campaña se está endureciendo por momentos. Así, la candidata Elena Jiménez de Andrade afirma que “me veo obligada a aclarar las insidias y falsedades que ha vertido el otro candidato. En el Colegio siempre se han cumplido los Estatutos y cada 4 años se ha invitado a los colegiados a presentar candidaturas para poder celebrar elecciones. Cuestión diferente es que los colegiados ratificasen las Juntas propuestas”. También defiende el proceder de las anteriores Juntas: “No podemos consentir que se ponga en tela de juicio su honestidad y se califique su gestión de perniciosa. Si se celebran elecciones, es por una decisión expresa y democrática de esta candidatura, ya que la Asamblea nos facultó para decidir si las convocábamos o no”. Por último, recuerda los errores de forma en la otra candidatura y la acusa de recibir el apoyo del anterior gerente, cuyo despido ha sido declarado procedente.

Por su parte, Emilio Fernández-Galiano insiste en el “sin fin de trabas que la Junta del Colegio ha puesto para poder presentarnos a las elecciones, como demuestra que el caso ha tenido que ser resuelto por una resolución del Consejo General”. Además, añade que “ningún miembro de nuestra candidatura ha desempeñado cargo alguno en la actual Junta o en las anteriores”; y centra su campaña “Salvemos al Colegio”, en un exhaustivo análisis de las cuentas colegiales, incluyendo la venta de una parte del patrimonio; los gastos en publicidad y propaganda que suponen más del 30% de la facturación anual; y la caída, año tras año, del número de colegiados. También denuncia que sus colaboraciones en la revista colegial fueron suprimidas por la actual Junta, justo en el momento en el que presentó su candidatura a la presidencia del Colegio, “lo que pone de relieve su falta de talante democrático”.

La candidatura de Emilio Fernández Galiano asevera que “ante la afirmación de que el candidato a presidente de nuestra candidatura no estaba debidamente colegiado”, alude a la resolución del Consejo y recuerda que “siempre atendió sus cuotas, además de colaborar durante muchos años desinteresadamente con artículos y conferencias sin pedir nada a cambio”.

Y sobre el hecho de que “otro de nuestros candidatos no estuviera al corriente de sus cuotas (su cuota, más correctamente), la resolución del Consejo determinó, y citamos también literalmente, “mientras no se produzca el vencimiento no surge la obligación de pago de modo que no habría razón para considerar que el candidato no está al corriente en sus pagos”. Casualmente luego se le reclamó una cuota ya pagada teniendo que pedir disculpas el propio Colegio”.