El coste medio de un incidente con retirada de producto supera los 12 millones de dólares

El riesgo de retirada de producto ha experimentado un importante crecimiento en la última década y ha traído consigo potenciales pérdidas con volumen y complejidad sin precedentes, según el  informe 'Retirada de producto: cómo gestionar el impacto del nuevo panorama de riesgos' de Allianz Global Corporate & Speciality (AGCS) que analiza 367 reclamaciones de seguro por retirada de producto de 28 países y 12 sectores industriales entre 2012 y el primer semestre de 2017.

Los productos defectuosos no sólo constituyen un grave riesgo para la seguridad del público, sino que también pueden ser causa de un importante perjuicio económico para las empresas responsables. Los incidentes asociados a productos han generado en los últimos 5 años pérdidas superiores a los 2.000 millones de dólares, lo que, según el análisis de AGCS los convierte en el principal factor generador de pérdidas por responsabilidad.

El coste medio de un incidente significativo supera los 12 millones de dólares, aunque el coste de los mayores incidentes supera con mucho esta cifra. Según el informe, más del 50% de las indemnizaciones tiene su origen en diez incidentes y es el sector de la automoción el más afectado – las retiradas en este sector representan más del 70% del valor de todas las indemnizaciones analizadas-, seguido por el sector de alimentación y bebidas con el 16%  y un coste medio de reclamación por retirada significativa cercano a los 9,5 millones de dólares. Los alérgenos no declarados (incluidos los casos de mal etiquetado) y los patógenos constituyen uno de los mayores problemas, junto con la contaminación por trozos de cristal, plástico o metal. La adulteración maliciosa e, incluso, los casos de extorsión representan una amenaza cada vez mayor, así como el crecimiento del 'fraude alimentario' que ha pasado a ser uno de los principales problemas y causa de perjuicio en la reputación y grandes pérdidas, como pudo verse hace cuatro años en Europa con el escándalo de la carne de caballo.

Peligro en Asia

El informe también señala que los productos procedentes de Asia siguen representando un número desproporcionado de retiradas en Estados Unidos y Europa, en reflejo del traslado hacia Oriente de las cadenas globales de suministro y de los controles de calidad tradicionalmente más laxos en algunos países. Sin embargo, la creciente regulación sobre seguridad y la mayor concienciación del consumidor hacen que las retiradas de producto crezcan también en Asia.

El riesgo futuro está en la tecnología

En el informe se identifican también nuevas causas de retirada que motivarán futuros riesgos y reclamaciones, y que, en su mayor parte, tienen origen en las nuevas tecnologías. Avances en los ensayos de producto, como la tecnología de secuenciación genómica, van a facilitar en el futuro a supervisores y fabricantes la trazabilidad de los productos contaminados, lo que podrá salvar vidas y acabar con un número mayor de demandas, ya que la identificación de los responsables será más fácil.

Pero por otro lado, las ciberretiradas pueden convertirse en una realidad creciente. Los hackers podrían cambiar o contaminar un producto mediante el control de la maquinaria en plantas con producción automatizada. Además, las redes sociales son una vía rápida y efectiva para comunicarse con los clientes, pero si no se gestionan adecuadamente, también pueden agravar el riesgo de retirada de producto.

Las retiradas de productos por motivos éticos y de reputación, más que por cuestiones de seguridad, también están aumentando: casos en los que se ha empleado trabajo infantil o esclavo en la cadena de suministro o incluso en los que alimentos halal o veganos se han etiquetado mal o se han falsificado.