La delicada situación de un agente ‘obligado’ a desprenderse de su cartera

En algunos casos denuncian maltrato, en otros, falta de consideración. A esta redacción ha llegado la queja de un agente de seguros que durante 3 años ha trabajado para una gran compañía, luchando “con un mercado supersaturado para conseguir una cartera que me suponga un sueldo digno”. Pero denuncia que ha recibido de la compañía un burofax en el que le indican que debe alcanzar un mínimo de facturación anual, pero que al no alcanzarlo “me rescinden el contrato” y que a partir de la fecha los clientes “se quedan” en la compañía.

El agente se queja de que la compañía en ningún momento le expresó que debía alcanzar una determinada facturación. La explicación que le ofrecen en la sucursal de la ciudad donde trabaja es que las carteras pequeñas no son rentables y que a los nuevos agentes ya les indican que tienen que facturar un mínimo anual.

¿Qué opción da la compañía?

El agente afirma que “yo soy autónomo y nos les cuesto casi un duro. Cobro según mis comisiones”. Añade que la opción que le ofrece la aseguradora es ser colaborador, pero supone perder toda su cartera. Más cuando “ha sido una tarea de hormiga de ir creciendo poco a poco”.

El agente afirma que tiene una cartera de 50.000 euros. Ahora lo que está negociando con otro agente es pasarle su cartera.