La DGSFP confía en que el Pacto de Toledo impulse las Pensiones complementarias

José Antonio De Paz, subdirector de Planes y Fondos de Pensiones de la DGSFP, ha anunciado que tras las muchas comparecencias en la Comisión de Seguimiento y Evaluación de los Acuerdos del Pacto de Toledo, ahora se ha entrado en la fase de redacción, aunque reconoce que no tiene ningún conocimiento del contenido del documento. Eso sí, tiene claro lo que espera encontrar en él: “Esperamos que la Comisión nos indique un espacio marco, unas líneas generales sobre las pensiones privadas que sirvan para su futuro desarrollo”. Afirma que a estas alturas “todo el mundo coincide y tiene bastante claro lo que es necesario para ello”.

El subdirector de Planes y Fondos de Pensiones ha repasado los proyectos puestos en marcha por el Ministerio de Economía y la DGSFP en este ámbito. Entre ellos, ha destacado la trasposición de la Directiva de adquisición y mantenimiento de los derechos complementarios de la pensión de los trabajadores, que acaba de iniciar su proceso de trasposición mediante la apertura de un periodo de consulta pública que acaba el 3 de junio. Antes del 21 de mayo de 2018 tiene que estar traspuesta esta Directiva. Y una vez hecho esto la DGSFP se pondrá a trabajar en la trasposición de la Directiva de Fondos de Pensiones de Empleo para adaptar el concepto de Solvencia II de las aseguradoras a estos productos en lo que se refiere a los sistemas de gobernanza y la información a los partícipes. En este caso la fecha límite para acabar este proyecto es el 13 de enero de 2019. 

José Antonio De Paz ha hecho estas declaraciones en la clausura de la jornada ‘Pensiones ante la encrucijada’, organizada por AXA IM, Amundi y Kessler Et Casadevall, en la que se han analizado, entre otras cosas, las inversiones alternativas en el marco de los Fondos de Pensiones y en un contexto de tipos de interés que ha obligado a los gestores a buscar nuevas oportunidades de inversión.

Cirus Andreu Cabot, subdirector general de la Dirección de Asset Management y Análisis de Banco Sabadell, explica que las inversiones alternativas son un mecanismo para mejorar rentabilidades esperadas en el futuro sin modificar el perfil de riesgo a largo plazo. Asegura que se puede esperar un incremento de la rentabilidad de medio punto porcentual por año. Sus inversiones alternativas preferidas son actualmente las commodities, el capital privado, la deuda privada, y los estilos de gestión apalancados que se instrumentan por la vía de hedge funds.

Este experto considera que los Fondos de Pensiones deberían aspirar al menos a tener un 25% de las carteras en estos activos, y explica que para llegar a ese 25% “necesitamos incorporar las particularidades en los mismos en el mandato de estas inversiones. Los riesgos son distintos y se tienen que entender. Y necesitamos también una concepción de los costes que nos permita la inversión a través de vehículos especializados”.

Invertir en activos alternativos exigirá

un mandato más amplio de los

órganos de gobierno de los

Fondos de Pensiones

Asegura que mejorar las rentabilidades por esta vía requiere una predisposición a entender riesgos nuevos y a dar un mandato de confianza a la gestora del Fondo de Pensiones porque estas inversiones son muchas veces solo accesibles a través de otros fondos, “por tanto introducimos un nivel de proceso multimanager, que requiere que la gestora haga de directores de gestores y que desarrolle mecanismos para poder seguir estas inversiones, mecanismos en los que hay que poner más recursos y que van a necesitar un mandato más amplio de los órganos de gobierno de los Fondos de Pensiones.

Para Alberto Gómez-Reino, director de Inversiones Asset Allocation Institucional de BBVA Global Asset Management, lo más importante es calibrar cuánto se quiere tener en inversiones alternativas. Explica que la edad media ponderada por capital de un Fondo de Empleo en España está por encima de los 50 años: “Si la media de edad en la industria es alta el porcentaje de las inversiones ilíquidas tenderá a ser por debajo del 25%”. No obstante, comenta que la gente se jubila por lo que la edad media va a ir bajando, lo que permite comprometer más fondos en activos ilíquidos.

Deborah Shire, directora Structured Finance de AXA IM, asegura que la inversión en activos alternativos es ya un cuarto del balance de los Fondos de Pensiones en Europa, pero con diferencias entre países. Mientras que los Fondos nórdicos marcan el camino, en el sur de Europa su incorporación va más lenta.

Dentro del mundo de las inversiones alternativas, Hubert Frederic, director de Amundi Energy Transition, ha destacado las infraestructuras, que, según explica, en Europa están siendo favorecidas por las reformas del marco legal de Solvencia II al crearse una clase de activo específico para las mismas. También comenta que en el caso de los Fondos españoles se aprecia todavía poco interés: “Estamos en el proceso de explicar cómo funciona. De manera progresiva llegará, no hay razón estructural para que en 10 15 años España no pueda compensar el retraso que ahora tiene”.  

Gestión activa y pasiva

El contexto de bajos tipos de interés obliga a los inversores a largo plazo a buscar nuevos activos en los que invertir, y también nuevas formas de gestión. A lo largo de la jornada se han analizado las estrategias smart beta, que combinan la gestión activa y pasiva con el objetivo de ser más eficiente. José Luis Jiménez, director general del Área Corporativa de Inversiones de Mapfre, comenta respecto a la gestión que hay que ser conscientes de dónde se puede aportar valor, “ese ejercicio de humildad es fundamental en el mundo de las inversiones”.

Fernando Aguado, director de Inversiones de Fonditel, explica que hoy las carteras no se pueden construir igual que hace años: “La aproximación sectorial ya no tiene sentido, la capitalización no es la forma más eficiente para invertir, ni el volumen. Hoy buscamos la eficiencia y la pureza, que las cosas en las que invierto tengan una palanca clara. Así nos empezamos a fijar en lugar de en sectores o en volumen, en temáticas, en factores de riesgo e ineficiencias”. Asegura que el 46% de los gestores utilizan ya una estrategia smart beta.