Las dificultades para recuperar la J limitan las cesiones de gestión de carteras

La DGSFP se muestra extremadamente estricta a la hora de otorgar la J que permite operar como corredor o correduría. En los últimos años, el órgano de control se ha vuelto mucho más meticuloso con las exigencias en la tramitación de la solicitud de la J, tanto para los que quieren empezar por primera vez a ser corredores como para los que se eliminaron del registro y tiempo después deciden volver a ser corredores. Esta situación esta afectando a los procesos de cesión de carteras de corredores para su gestión, una de cuyas ventajas es poder quitarse la J y no tener que atender las numerosas exigencias administrativas de los corredores (Servicio de Atención al Cliente, Sepblac, DEC, Protección de Datos…), ya que de estos procesos se encarga la correduría a la que se cede la gestión de la cartera.

Pero prácticamente todos los contratos de cesión que se firman incluyen cláusulas para recuperar la cartera, si el pacto no se desarrolla de acuerdo con las expectativas del que cede su cartera. En esos casos, su intención es recuperar la J, algo que ahora se ha vuelto mucho más difícil, por lo que se muestran mucho más reticentes a la hora de ceder la gestión de su cartera.