La economía global sufrió un impacto por catástrofes naturales de 123.000 millones

ImpactForecasting, el centro de excelencia de desarrollo de modelos de catástrofe de Aon Benfield, ha presentado el informe Annual Global Climate and CatastropheReport, que evalúa el impacto de los desastres naturales que han tenido lugar en todo el mundo en 2015. El informe revela que se produjeron 300 catástrofes en todo el mundo, frente a las 269 de media de los últimos 15 años, que han originado unas pérdidas aseguradas totales de 35.000 millones de dólares, un 31% por debajo de los 51.000 millones de dólares de media de los últimos 15 años y el nivel más bajo de pérdidas aseguradas totales desde 2009. El evento más costoso para las aseguradoras fue la tormenta de invierno de febrero que afectó al este de EEUU y que supuso un desembolso de más de 2.100 millones de dólares por parte de las aseguradoras públicas y privadas.

Las pérdidas económicas globales derivadas de catástrofes naturales en 2015 se han mantenido en los 123.000 millones de dólares, un 30% por debajo de los 175.000 millones de dólares de media de los últimos 15 años. Se registraron 14 eventos con pérdidas superiores a 2.000 millones de dólares en todo el mundo, siendo el más costoso el incendio sin control registrado en los bosques de Indonesia.

Stephen Mildenhall, CEO de of Aon BenfieldAnalytics, afirma que “los daños globales asegurados por catástrofe en 2015 fueron solo el 28% de las pérdidas económicas, en línea con la media del 29% de los últimos 10 años. En muchas regiones, las pérdidas económicas por catástrofe están muy relacionadas con el PIB pero están aseguradas a unos niveles muy inferiores en comparación con EEUU y Europa. De los 5 eventos con mayores pérdidas económicas, 4 se produjeron fuera de EEUU y ninguno de ellos se encontraba entre los 10 eventos con mayores pérdidas aseguradas, debido a la baja penetración  aseguradora en los países afectados. Con su importante capital y las sofisticadas herramientas de gestión de riesgos de las que dispone, la industria aseguradora debería ser capaz de lograr su propio crecimiento desarrollando su misión principal de ofrecer productos críticos de transferencia de riesgos que permitieran un desarrollo económico estable en todas las regiones del mundo”.