Si los recursos disponibles para la estabilidad financiera no aumentan en siete veces, en unos 440.000 millones de euros, el PIB de la eurozona podría caer un 2% en 2012 y un 1% en 2013. Lo advierte Ernst & Young, que estima en un 20% la probabilidad de que se llegue a esa situación y considera que las aseguradoras son las firmas financieras más aisladas. De hecho, indica que la mayoría de los aseguradores y reaseguradores han reducido de forma sustancial su exposición a la deuda soberana de la eurozona, lo que ha permitido aislar al sector frente a los efectos de una eventual quiebra.

Marie Diron, asesora económica de Ernst & Young, expone que "además de haber reducido su exposición a la deuda soberana, los aseguradores de la zona euro no parecen estar muy involucrados en la prestación de los CDS sobre deuda de los países periféricos, lo que implica que el sector asegurador esté mejor posicionado dentro de la industria de servicios financieros para afrontar un escenario predeterminado". "Sin embargo -continúa-, las exposiciones indirectas de los aseguradores individuales, incluyendo una amplia exposición al sector bancario, influirá en lo bien que las compañías están aislados en un escenario de default".