De acuerdo con el Índice Crédito y Caución de Incumplimiento, la evolución de los niveles medios de impago soportados por las empresas españolas se muestra estable en 2015. En los 3 primeros trimestres estos niveles se redujeron un 32% en relación al año anterior. Aunque el impacto de la morosidad en la actividad económica está lejos de la estabilidad que registraban antes de la crisis, el indicador encadena 11 trimestres consecutivos de mejoría, fruto principalmente de la selección de clientes realizada por el tejido empresarial.