El año comenzó con malas perspectivas para el negocio de los agentes y corredores de seguros y con una evolución irregular en los primeros meses. Pero, según han ido avanzando los meses, se constata en el sector de la mediación un fuerte empeoramiento del negocio, tanto en intermediación de primas como en el resultado operativo de las empresas de mediación.

La principal causa de este deterioro es el notabilísimo incremento de la competencia, muy especialmente de la bancaseguros. El sector financiero español, inmerso en una profunda reestructuración, vive su día a día cada vez más ajeno a las prácticas financieras de activo y pasivo que le son propias, y las sucursales de bancos y cajas han convertido en su principal actividad la venta de pisos y de seguros. Esta apresurada competencia es muy efectiva por el enorme volumen de clientes de la banca y su proximidad al cliente particular y a las empresas. Además, la crisis del crédito condiciona cada vez más su concesión a la suscripción de cada vez más seguros.

La alarma ha comenzado a sonar en muchas de las empresas de mediación españolas y, por el momento, no se ven soluciones en el horizonte.