Los centros escolares españoles no siempre cuentan con entornos seguros, según el Instituto de Seguridad Vial de Fundación Mapfre, tras la realización de múltiples auditorías de seguridad vial en centros de toda España. Aceras estrechas, pasos de peatones alejados, cruces con mala visibilidad y aparcamientos escasos para vehículos y autobuses son algunos de los factores que aumentan el riesgo de sufrir un accidente y un atropello con escolares implicados.

También existen alteraciones en el flujo normal del tráfico que causan problemas de movilidad en torno a los centros escolares, sobre todo durante las horas de entrada y salida de los colegios, cuando se producen aglomeraciones en las calles cercanas por la afluencia de vehículos que transportan a los niños, que generan retenciones y atascos.

Para prevenir estas situaciones, Fundación Mapfre recomienda que los centros escolares -en colaboración con ayuntamientos, asociaciones de padres y de alumnos y policía local- realicen auditorías para comprobar las condiciones de seguridad vial que afecten al entorno escolar y para proponer las medidas más necesarias para reducir el riesgo y mejorar la circulación, como mejorar la señalización de la zona, revisar periódicamente el estado del pavimento y comprobar que no haya oquedades donde puedan formarse charcos, instalando también dispositivos que impidan el aparcamiento incorrecto y la invasión de la acera por vehículos. 

Las auditorías, presentadas por Julio Laria, director general del Instituto de Seguridad Vial junto a representantes del Ayuntamiento de Alcobendas, colaborador de la iniciativa, también incluyen recomendaciones de seguridad vial dirigidas a los alumnos que acuden al colegio caminando, en transporte escolar y en bicicleta.