La futura LCS se presta a cambios más profundos

Los participantes en la 11ª edición del Zurich Club han desgranado algunas de las principales modificaciones de la futura Ley de Contrato de Seguro (LCS) y su impacto en el tratamiento de los siniestros en las empresas y los grandes riesgos. La principal coincidencia es que, posiblemente, no era necesario cambiar la ley al menos en su gran mayoría, pero ya que existe un nuevo texto que queda pendiente para la próxima legislatura, hay tiempo para introducir mejoras. "El anteproyecto está vivo y por tanto tiene posibilidades de mejorar", precisó Julio Fuentes, subdirector general de Política Legislativa del Ministerio de Justicia.

Trazó un recorrido por la evolución del análisis de la iniciativa en 2006 hasta su paso por la Junta Consultiva de Seguros y resumió algunos de los aspectos sobre los que más se ha discutido: la confusión que podría producirse sobre el tratamiento de los consumidores y su defensa; las sanciones penales y su defensa ("se ha debatido pero aún queda mucho por tratar"); sobre el incumplimiento del contrato de seguro; y en cuanto a la oferta motivada, "aunque no creo que el sector esté muy contento con esta propuesta".

A partir de ahora corresponde al nuevo Gobierno decidir y "creo que lo prudente es que pregunten al sector y que les digan si está bien, qué queda por hacer, tramitarlo y que las numerosas enmiendas que haya no lo desvirtúen".

Quejas de Adecose

Enrique Zárraga, miembro de la Junta Directiva de Adecose, mostró la visión de la asociación y comenzó por afirmar que "a Adecose no se nos ha tenido en consideración, pese a que en la asociación están algunas de las mayores corredurías", se quejó y, más allá, aseveró que "nos quedamos bastante frustrados cuando recibimos en julio el anteproyecto porque de todas nuestras enmiendas sólo se recogieron dos o tres. Pensamos: ¿Seremos tontos?".

"Teníamos esperanzas de que se hiciera algo más de lo que ya hay", observó, y recordó sobre los primeros pasos al analizar el texto que vieron errores y "pensamos que sería bueno una opinión consensuada con otros corredores", y matizó que enviaron sus propuestas pero "fuimos los únicos que estuvimos trabajando en serio".

Citó algunos de los aspectos que a juicio de la asociación podrían mejorarse y sobre los que "habrá que seguir hablando" e insistió en que "quien más defiende al asegurado es el mediador", en referencia al contenido de la nueva ley.

En resumen, "nuestro punto de vista es que el cambio en la ley no ha sido profundo; ha sido superficial porque si hacemos muchas propuestas y sólo se han incluido dos, es que queda mucho por hacer".

Ley específica para grandes riesgos

Roberto Revenga, perito y socio de Grupo Avalora, expresó que desde su punto de vista como perito la ley "no la vemos necesaria y no nos afecta, salvo en la parte de los grandes riesgos". Apuntó que cuando se produce un siniestro es fundamental que el afectado retome su actividad lo antes posible "y ahí está la importancia de la compañía de seguros, y es un muy buen momento para fidelizar. Por ello, la gestión de los siniestros debe ser más profesional y satisfactoria, y los peritos tratamos de actuar".

Criticó que "la ley falla en los grandes riesgos, no en los riesgos masa. Es inviable por los plazos que da para presentar una oferta motivada, especialmente cuando se producen grandes riesgos" porque, como reiteró, "no se pueden solucionar en dos meses". Por tanto, "hay que hacer una ley para los grandes riesgos donde se pongan plazos que el sector y los peritos podamos cumplir".

En cambio, cree que hay algunas cuestiones positivas: "Que entran en juego los grandes gabinetes periciales, los equipos con auténticos profesionales. Sin duda, los grandes riesgos tienen que ser peritados por gabinetes". Y para mejorar más aún la operatividad propuso que "los brokers, compañías, etc., en las pólizas se deberían poner de acuerdo para establecer un panel de gabinetes periciales, en el que aparezca cuáles son los adecuados para determinados grandes riesgos".

Eduardo Albors, abogado y socio de Albors Galiano & Fuentes, centró su exposición en los grandes riesgos y su situación y tratamiento en el contexto del anteproyecto y planteó que "si el sector necesita la reforma, es una cuestión que está en el aire".