González de Frutos: “En el sector seguros se legisla demasiado deprisa”

Pilar González de Frutos subraya 5 puntos en los que hay que trabajar en este momento en la actividad aseguradora: la profesionalización, la capacidad, la armonización, la estabilidad y la proporcionalidad. La presidenta de Unespa y de la Federación Interamericana de Empresas de Seguros (Fides) ha participado en la XVII Conferencia sobre regulación y supervisión de seguros en América Latina celebrada en Río de Janeiro.

La presidenta considera que en estos momentos en que la dirección del negocio y la supervisión está basada en riesgos, las organizaciones deben funcionar no sólo de forma vertical, sino también horizontal. Las decisiones evidentemente deben ser tomadas por la cúpula “pero al mismo tiempo, han de tomarse con el flujo de información procedente de las estructuras de la entidad de abajo a arriba”. Y por lo tanto “en una gestión basada en riesgos -afirmó de Frutos-, la propia decisión de la unidad de gobierno de la entidad no puede quedar dentro de los límites estrictos de la jefatura”. Es decir, que en una gestión basada en riesgos, toda la entidad debe asumir esa cultura y filosofía.

En este entorno reclamó en primer lugar supervisores capaces y profesionales que “estén dotados de razonables niveles de independencia profesional y financiera”.

Reclamó también para los empresarios del sector, homogeniedad y alertó sobre los riegos de puede encontrar un asegurador transnacional al verse sometido a diferentes reguladores en los diferentes países en los que opera. Para la presidenta no se pueden armonizar los mercados si a la vez no se armonizan los supervisores. “Ambos procesos deben ser simultáneos”, afirmó. Aunque reconoció la complejidad del problema y no quiso dejar pasar la oportunidad de reconocer los esfuerzos realizados en los últimos tiempos por organizaciones como la IAIS o ASSAL en este sentido.

Estabilidad regulatoria

Otro de los puntos en los Pilar González de Frutos centró su discurso fue en la necesidad de estabilidad regulatoria en el sector que proporcione seguridad jurídica. No se puede estar legislando constantemente, “se legisla demasiado deprisa”. “Ha llegado el momento de que los aseguradores nos adaptemos a los estándares desarrollados, para que dentro de 5 o 10 años todos seamos capaces de mirarnos a nosotros mismos para llegar a conclusiones sobre qué sobra y qué hace falta en este nuevo entorno”.

La presidenta de Fides concluyó su discurso apelando a la proporcionalidad. La realidad es que cada mercado en que operan las aseguradoras tiene unas características propias y por tanto “la regulación y la supervisión deben tener en consideración el desarrollo de cada mercado, su grado de madurez y también el de cada entidad, ajustándose a la naturaleza, volumen y complejidad de sus actividades comerciales”. Pero la normativa no debe “abrumar” y debe ser la “apropiada a cada circunstancia”. Los controles que se exijan deben ser proporcionales y no suponer para las empresas una carga administrativa sin sentido.