Tras más de dos años intervenida por parte de la DGSFP, Cahispa sigue buscando soluciones. Un grupo de inversores, formado por ex directivos de Winterthur liderados por Fernando Möller; presidente de Asesoría I+D+I; la familia Vallvé-Hortalà (Joan Hortalà es presidente de la Bolsa de Barcelona); y un grupo de inversores venezolanos afincados en Miami que vendieron sus negocios en ese país por la presión de Hugo Chávez, estudian inyectar 22 millones de euros en la aseguradora, según Expansión.

De esta cantidad, entre 10 millones y 12 millones se destinarán al negocio asegurador, con 70 millones en primas y 170.000 clientes. El resto de la inversión se destinaría a una sofisticada operación de reestructuración de la deuda y de la división inmobiliaria, con un volumen de inversión de 190 millones a valor contable y 270 millones al de tasación y con activos en Canarias y en Tailandia. El proyecto contempla traspasar todos los activos inmobiliarios a una sociedad, que los alquile a Cahispa y a otras compañías. Posteriormente, se titulizarían los alquileres en el mercado. Paralelamente, la deuda de Inmocahispa se reestructurará para convertirla en preferente respecto a los socios minoritarios del proyecto de Tailandia. De salir adelante el proceso, la familia Guilló mantendría un 10% de Cahispa, con una opción de recompra por parte del resto de socios. El accionariado que queda se repartiría entre el equipo gestor y los inversores venezolanos, que tendrían el 70% y aportarían 15 millones de euros.