Los mediadores de Aragón expresan su repulsa por la red de fraude desarticulada

El Colegio de Mediadores de Zaragoza y Teruel ha expresado por medio de un comunicado su repulsa por la existencia de una red de fraude al seguro, recientemente desarticulada en Zaragoza y en la que aparecen los integrantes de una red de peritos que supuestamente estafaron a varias aseguradoras. El Colegio reseña en primer lugar que “la inmensa mayoría de los peritos son profesionales muy solventes y preparados y entre sus funciones está precisamente controlar el fraude a las compañías aseguradoras. Por ello, lo verdaderamente relevante de los recientes hechos conocidos ha sido que participaran, incluso lideraran la red fraudulenta, los peritos que precisamente tenían como función detectar el fraude”.

Entre sus críticas por esas actuaciones señala que “todos conocemos que la crisis económica ha hecho incrementar el fraude frente a las aseguradoras. Todos los profesionales que intervenimos en el mundo del seguro
tenemos la obligación de prevenir los fraudes y luchar contra ellos. Y en ese control, lo peritos tienen una parte muy importante de responsabilidad, pues a ellos se les encarga por las aseguradoras el control de los siniestros, su verosimilitud y la comprobación de los daños a indemnizar”.

El Colegio
felicita por la operación policial y por el trabajo previo de investigación realizado por las aseguradoras perjudicadas. “En nombre de los mediadores de seguros –resalta-, valoramos muy positivamente de la detención de todos aquellos que perjudican la confianza y la seguridad en la que se basan los contratos de seguro. El aseguramiento de bienes y personas supone un elemento muy importante en la economía de un país y por ello existen normas para el estricto control de la actividad, que va desde la solvencia de las entidades aseguradoras, hasta la profesionalidad y calidad de la mediación de seguros por parte de corredores y agentes de seguros”. “La lucha contra el fraude es una responsabilidad de todos, también de los asegurados, pues las actuaciones reprobables de unos pocos perjudican a todos, quienes de uno u otro modo acaban pagando los sobrecostes”, concluye.