El mercado asegurador checo cerró el pasado ejercicio con un volumen de primas suscritas de 153.000 millones de coronas checas (unos 6.142 millones de euros), lo que representa un incremento del 8% frente a 2009. En esa positiva evolución influyó especialmente el crecimiento en Vida, aunque desde la Asociación Checa de Seguros se considera que esos productos se perciben más como una alternativa de ahorro que no proporciona una protección de seguro suficiente. El beneficio después de impuestos fue de 21.309 millones de coronas (855,5 millones de euros).

Ladislav Bartoníček, presidente de la asociación, afirma que el desarrollo del mercado en 2010 ha sido "ambivalente" y pese al aumento de las primas, "no acaba de despegar". Explica que a pesar de que las cifras globales reflejan cierta recuperación, por otro lado en los segmentos considerados clave a largo plazo el crecimiento del mercado no ha sido el esperado.

En el caso de Vida, las primas alcanzaron una subida del 19,2% (71.765 millones de coronas / 2.881 millones de euros) con un incremento del 40% en nueva producción, pero "el número de políticas activas en el segmento de seguros de Vida cayó un 1,1% de un año a otro, debido principalmente a un aumento en la tasa de cancelaciones por parte de los clientes. En muchos casos, esta tendencia refleja las prácticas comerciales de algunos intermediarios que, en aras de mayores comisiones, reescriben las pólizas de seguros, incluso si perjudican a los clientes".

Por su parte, en No Vida las primas se situaron en 81.092 millones (3.255 millones de euros), un 0,2% menos debido a la caída de primas en Autos. La causa de esa tendencia que se repite por segundo año es la política de precios a la baja en la industria aseguradora, "a menudo por debajo de la sostenibilidad económica, como consecuencia de la fuerte competencia". También se explica por el hecho de que debido a las condiciones económicas de los últimos años se ha producido una disminución significativa de los precios medios de los coches nuevos.