La educación financiera y aseguradora sigue siendo pobre, no cabe otra realidad para Mercedes Sanz, directora del Área de Seguro y Previsión Social de Fundación Mapfre. La preocupación de organismos y gobiernos ha experimentado un auge en las últimas dos décadas. Pero la percepción es que el grado de conocimiento no se ha correspondido con el de consumo o utilización de los productos, como hipotecas o seguros. Y la crisis económica ha hecho aflorar la escasa cultura en seguros y finanzas. Las decisiones relacionadas con la planificación económica son de las más importantes en las familias, pero en los estudios se muestra que no se le dedica el tiempo ni la importancia necesaria, advirtió en la XXXV Conferencia Hemisférica de Seguros en Santiago de Chile.

Mercedes Sanz cree que “la adecuada administración de los recursos financieros requiere más conocimiento que en tiempos precedentes”. La educación aseguradora tiene que tener un papel fundamental, pero hay menos iniciativas que en las acciones relacionadas con la educación financiera. Por tanto, ahora “es un momento idóneo para impulsar los programas de alfabetización financiera”. Habrá que hacerlo mediante el factor humano, el desarrollo de la tecnología adaptada a la formación, la implicación de organismos públicos y la colaboración público-privada.

Los retos del futuro están en la información (sobre productos, contratos), la formación (para público adulto, escolares y universitarios) y la difusión eficaz: aprovechar las diferentes vías para llegar al público mediantes redes sociales, medios audiovisuales, prensa y comunicadores externos.