Michael Heise, economista jefe del Grupo Allianz, ha presentado en la sede de la compañía en Barcelona su último libro ‘Emerging from the euro debt crisis: making the single currency work’. En él analiza las causas de los problemas que afectan a la unión monetaria, resalta la importancia de una revisión a fondo del sistema de la que surjan reformas estructurales que mejoren la sostenibilidad fiscal y logren un desarrollo macroeconómico estable, y sugiere herramientas apropiadas para afrontar la crisis.

Para Heise, contrario a la reestructuración de la Eurozona, es necesario establecer ahora una arquitectura financiera, fiscal, económica y política estable. El economista considera que, a pesar de los errores cometidos en la gestión de la crisis, las medidas de austeridad combinadas con reformas pro-crecimiento están dando sus frutos y los indicadores económicos comienzan a estabilizarse. “Posiblemente estemos ante el fin de la recesión, aunque no debemos demostrar excesiva euforia. La mayoría de los países están reduciendo el desempleo y la deuda, pero todavía seguirá existiendo una importante carga en los próximos años”.

Durante la presentación, el economista ha profundizado sobre la situación en España, donde considera que “los ajustes realizados son impresionantes y la economía va por buen camino”, augurando un crecimiento económico del 1% para 2014. En este sentido, ha presentado cifras que ratifican la capacidad de resilencia del sistema financiero español y ha destacado el incremento de la inversión y la competitividad gracias a las reformas laborales. Heise insta, sin embargo, a continuar con los ajustes, ya que sigue contrayéndose el crédito privado y, a pesar de la ligera estabilización del mercado laboral, el desempleo es todavía el más alto de la Eurozona.

Heise ha finalizado su intervención con una defensa de la moneda única destacando el éxito de la misma en la estabilización de los precios y en la reducción de la inflación desde su puesta en funcionamiento. Para Heise es necesario, sin embargo, aplicar cambios políticos y dotar de mayor soberanía a la Unión Europea para reforzar la coherencia y ganar fuerza a escala mundial. “El euro es la segunda divisa mundial y un instrumento de poder para los países de la Eurozona. En estos momentos no se encuentra en una situación débil y ha generado valor respecto al dólar. Es una divisa por la que vale la pena luchar, no hay otra alternativa, es lo que tenemos”. 

Este optimismo se justifica por tres razones: Porque los indicadores económicos han mejorado en todos los países (la producción industrial se ha estabilizado, buenas expectativas para el sector corporativo, aumenta la confianza de los consumidores…); porque se han ajustado desequilibrios de las cuentas corrientes de la mayoría de países lo que implica que no hay necesidad de deuda externa y una economía más firme; y porque se ha progresado en los ajustes de los presupuestos fiscales y existe una tendencia a la estabilización.