La mortalidad de tráfico en Cataluña se dispara en adolescentes y mayores de 76 años

En Cataluña han aumentado las víctimas mortales por accidentes de tráfico en jóvenes a partir de los 16 años y en personas mayores de 76. En el primer caso, una de las posibles causas es que utilizan más los vehículos de dos ruedas, lo que explicaría por qué aumentan las víctimas hasta los 26 años y más allá el porcentaje se estabiliza. Mientras, la siniestralidad se dispara de nuevo a partir de los 66 años y es más evidente a partir de los 76. La edad media del fallecido desciende durante el fin de semana: Los fallecidos en accidentes los domingos (incluyendo madrugada) son un 9% más jóvenes que en el resto de la semana.

Los datos corresponden al informe presenta este jueves por el presidente de,
Julián López Zaballos, sobre las víctimas del accidente de tráfico en Cataluña partiendo de la experiencia aseguradora en la gestión e indemnización de los accidentes. El trabajo recoge que los varones de menos de 40 años son las principales víctimas de accidentes de tráfico en Cataluña. Su perfil se completa al ser soltero, hijo único y con ingresos inferiores a los 28.000 euros anuales, que además reside en el área metropolitana Barcelona. La mayoría de fallecimientos se registran en viernes o sábado y en una operación salida de vacaciones o puentes siendo; en la mitad de los casos es el conductor del vehículo.

Otra cuestión puesta de relieve es que cerca de la mitad de los fallecidos eran conductores, bien del vehículo culpable o del contrario, mientras casi un 26% eran ocupantes y otro 14% peatones. Esta última categoría se dispara de nuevo en Barcelona, por el peso de la siniestralidad urbana, hasta un 18% de las víctimas, explica Uceac.

La asociación detalla también que “el perfil que hemos visto del fallecido en accidente de tráfico en Cataluña, persona relativamente joven, hace que los
padres sean el grupo de familiares de la víctima más frecuente: un 35% de las ocasiones. Pero eso es así únicamente si consideramos separadamente a los hijos mayores y menores, porque si los sumamos encontraremos que un porcentaje superior, el 40%, está formado por los hijos”. Mientras, el 16% de los fallecidos deja un cónyuge detrás; y la muerte del 8,5% genera indemnización, por lo menos, para un hermano. El porcentaje menor, sobre el 1%, es el de las personas que generan indemnización a los abuelos.

En relación a los
heridos y en concreto sobre las víctimas graves, “se tiende a pensar frecuentemente en las tetraparesias y en las paraplejias, que se dan un 2% de los casos cada una de ellas. Sin embargo, la secuela más frecuente tras un accidente grave es el trastorno orgánico de la personalidad, casi un 50% de los casos, seguida por el daño cerebral en un 12,4% de este tipo de accidentes”, concluye.