La Dirección General de Tráfico apuesta por que los seguros de Autos ligados a los nuevos agentes de movilidad se concentren en el futuro y como consecuencia de su aparición. Así lo ha expresado el subdirector general de Gestión de la Movilidad en la DGT, Jaime Moreno, durante la Convención del Motor de Ganvam (CMG16) en la mesa redonda sobre nuevos agentes de movilidad donde han participado representantes de CAR2GO, Bluemove,  UBER y Cabify; cada uno en sus modalidades: car-sharing las dos primeras y y ride-sharing las dos últimas.

El subdirector ha señalado que los seguros para estas nuevas realidades, algunas de ellas muy relacionadas con las economías colaborativas, tenderán más a asegurar el producto: “Cada servicio tendrá su propio seguro y más que un aseguramiento personal o ligado al vehículo, tendrá que ver con el servicio”, algo así como ocurre hoy en los seguros de los servicios públicos. Puntualizó Moreno que es probable que la red extensa que hoy tienen las compañías de seguros donde tratan de conseguir el seguro de cada uno “pasará a concentrarse y a tener un seguro de mercado y de producto”. Añadió que “veremos menos a ese micromercado de detalle y más a un mercado de grandes actores y granes pólizas, más ligadas al producto y no tanto directamente al cliente final”, como ocurre hoy en día.

Qué seguros tienen las nuevas empresas

Los distintos representantes de estas nuevas compañías señalaron con brevedad qué tipo de seguros cubren sus servicios: Horacio Corba, location manager de CAR2GO, indicó que todos sus vehículos cuentan con un seguro de RC y los conductores firman una franquicia “por debajo de las estipuladas en las empresas tradicionales de alquiler”. Indicó que la compañía, perteneciente al Grupo Daimler, está estudiando la posibilidad de cancelar la franquicia pagando más. De igual forma está estudiando lanzarse a otra ciudad española y espera hacerlo realidad a partir del próximo año.

Por su parte, Yuri Fernández, director de Comunicación de UBER, apuntó que los vehículos bajo su marca disponen de un seguro similar al del mundo del taxi. Añadió que cuentan con una solución tecnológica que les informa cuándo le vence al conductor el seguro; cuando extingue se lo comunican y si no lo renueva cancelan los permisos para operar bajo su marca. Fernández se mostró muy crítico con la Administración en sus distintas intervenciones y señaló que “los ciudadanos sufren la falta de regulación”, y acuñó el término ‘tecnofobia’ para definir el comportamiento de España a la hora de regular estos asuntos.

El consejero delegado de Bluemove, Jorge González, reclamó primas ajustadas puesto que son empresas, en su mayoría startup o que así se consideran, que buscan “eficiencia en precios porque la rentabilidad no es muy grande”. Por su parte, Mariano Silveyra, general manager Madrid de Cabify, explicó que cuenta con los seguros necesarios para operar.

Después de esa mesa redonda se inició otra donde participaban fabricantes de vehículos. Varios de ellos indicaron que estos nuevos conceptos de movilidad representan una oportunidad y destacaron que “no hacen más que adaptarse a los hábitos de consumo de los clientes”. Señalaron que más que competir con los fabricantes estas compañías compiten con el transporte público. 

Tendencias del futuro en movilidad

El acto también incluyó una ponencia a cargo de Alejandro Magro, socio de Finae Partners, sobre las megantendencias que están cambiando el mundo y su efecto en el sector de la automoción. Resumió estos cambios en los conceptos de inmediatez, que no sólo es en cuestión de cosas materiales, sino que también en aspectos mentales de los individuos. La segunda tendencia es la conectividad con un aumento del Internet de las cosas y subrayó que lo bueno no es tener muchos datos, “es saber qué se quiere hacer con ellos y elegir bien”. Enumeró el mundo de las smart cities que llevará a compartir transporte, alquiler, renunciar a tener cosas en propiedad y la mayor sensibilidad hacia la contaminación y sus consecuencias en el mundo del automóvil y la movilidad.

Respecto al vehículo autónomo y los siniestros que pueda tener destacó que la discusión actual es “cómo enseñar a un ordenador a tomar la decisión menos mala”. Indicó que esta reacción humana ante un posible siniestro es difícil trasladarla a una máquina.