Fundación Caser para la Dependencia ha publicado los resultados del estudio 'Personas Mayores en Extremadura', primer monográfico sobre la dependencia en dicha comunidad que se ha centrado en identificar perfiles de personas mayores de 65 años en poblaciones de menos de 5.000 habitantes y su grado de satisfacción sobre los recursos, prestaciones y atención. La tasa de dependencia en esos municipios es del 38,44% (nueve puntos por encima de la media autonómica). El estudio indica que el perfil de una persona dependiente es el de una mujer de entre 77 y 85 años; su primera causa de dependencia se debe a un problema de huesos (30,1%) o enfermedades cardiovasculares (17,6%). Del total de personas dependientes, el 40% califica su grado de dependencia en Grado III (gran dependencia) y el 27,1%, como Grado II o dependencia severa.

Por otro lado, se recoge que la persona cuidadora también suele ser mujer, hasta en el 87% de los casos; el 75% de ellas dedica más de cinco horas al cuidado del dependiente, y el 67% no realiza trabajos remunerados fuera del hogar. "Respecto a las necesidades asistenciales, el 31,4% demandan mayor cobertura del SAD, mientras que el 13,2% hace referencia al centro de día. Respecto a las prestaciones económicas, el 61,7% de los encuestados la considera muy necesaria. Las prestaciones económicas son preferidas (39%) a los servicios públicos (26%)", avanzan entre las conclusiones del trabajo.

Beatriz Muñoz, doctora de la Universidad de Extremadura, matizó que “la familia va dejando de desempeñar el rol tradicional de Seguridad Social y se presenta un dilema entre dos modelos familiares, uno tradicional y rural y otro moderno propio de los procesos de urbanización de la sociedad”. El director de Fundación Caser para la Dependencia, Juan Sitges, aplaudió la iniciativa “por acercar a todas las personas de la región una visión más realista de las personas en situación de dependencia que permite abordar soluciones más ajustadas a sus necesidades y las de sus familias”.