Mujer al volante, hombre copiloto: la pareja ideal para reducir el riesgo de accidentes

No es lo habitual, pero sí lo más seguro. A la hora de viajar la mejor combinación posible al volante es una mujer conduciendo, y un hombre de copiloto. Esta es una de las conclusiones del estudio ‘El copiloto y su influencia en la prevención de los accidentes de tráfico. Una perspectiva de género’, que ha presentado hoy Francisco Valencia, director general de Fundación Línea Directa, y que ha sido elaborado por la fundación en colaboración con Centro Zaragoza.

La combinación de hombre conductor y hombre copiloto tiene 6 veces más riesgo de accidente respecto a la combinación ideal; mientras que la de hombre conduciendo y mujer copiloto, que es la más frecuente (49%), tienen 2,2 veces más riesgo; y la de mujer conductora y mujer copiloto 2 veces más.

En general, según el estudio, viajar con copiloto es un 35% más seguro, especialmente a la hora de cumplir las normas y respetar la señalización. En términos absolutos, se producen más accidentes con víctimas cuando el conductor circula solo, un 74% frente al 26% de los siniestros con copilotos, según los datos de la DGT entre 2011 y 2013. Otro dato a destacar es el hecho de que el copiloto tiene un 17% más de riesgo de fallecer en caso de siniestro, un 37% más de probabilidad de sufrir una lesión grave y un 59% más de sufrir heridas leves.

El copiloto perfecto, según la investigación cualitativa realizada, es un hombre de entre 60 y 69 años, con una actitud activa, pendiente de la señalización, que no distrae al conductor; y el perfil de un mal copiloto se corresponde con un varón de entre 18 y 29 años, que no colabora con la conducción y no para de hablar ni de criticar al conductor.

Otro dato revelador que ha arrojado el informe es que los conductores aún permiten conductas irresponsables del copiloto: 500.000 le permiten ir sin cinturón de seguridad, y 1,3 millones muestran el móvil al conductor mientras está al volante.

El estudio incluye consejos para el copiloto: mantener una actitud participativa; dar conversación al conductor para evitar la somnolencia, pero sin agobiar; mantener la atención en la carretera y evitar cualquier acción que pueda distraer al conductor; atender a los pasajeros; y mantener tolerancia cero con las imprudencias.