Fundación Línea Directa ha presentado el estudio ‘Delitos y criminalidad vial en España. Evolución de la delincuencia contra la seguridad vial (2012-2015)’. Se han analizado 580.000 procedimientos incoados a instancias de la Fiscalía (el 90%) o denunciados por parte de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado; y 450.000 condenas. Además, se ha realizado una encuesta entre los conductores. De todo ello se extraen datos interesantes y preocupantes.

Según ha destacado Francisco Valencia, director general de Fundación Línea Directa, el 35% del total de delitos que se comenten en España son contra la seguridad vial, son los más numerosos. 650.000 conductores desde 2008 han sido condenados por delitos de este tipo; el 85% a través de juicios rápidos (menos de 48 horas). La proporción de procesos que acaban en sentencia condenatoria ha aumentado en los últimos años, con una media del 70%, siendo en 2015 ya del 85%. 6 de cada 10 delitos contra la seguridad vial se cometen por conducir tras consumir drogas o alcohol. Especialmente alarmante es el dato de que el 42% de los conductores fallecidos habían bebido o tomado drogas.

Pese a todos estos datos pocos condenados ingresan en prisión. Hay actualmente 1.127 personas en la cárcel por estos delitos. El 39% de ellos por conducir sin carné; el 22% por homicidio imprudente; y el 20% por dar positivo en alcohol y drogas. Francisco Valencia explica este bajo número de encarcelados por el hecho de que las penas por estos delitos difícilmente llegan a 2 años de prisión y si no hay antecedentes los jueces tienden a no enviar a a los ciudadanos a la cárcel. El elevado porcentaje de personas en en prisión por conducir sin permiso probablemente esté relacionado con el hecho de ser reincidentes, según comenta el director general de Fundación Línea Directa.

Y otra cifra especialmente significativa: 9,1 millones de conductores desconocen que pueden ir a la cárcel por estos delitos contra la seguridad vial: “La concienciación del carácter ejemplificador que buscan las normas es uno de los temas por los que se hace y se divulga este estudio”, explica Valencia. También se desprende de la encuesta realizada que hay 4,5 millones de conductores que reconocen haber realizado conductas tipificadas como delitos contra la seguridad vial, un 17% del censo de conductores.

Pese a ello, los conductores son ‘duros’ en este ámbito, y abogan por incluir otros tipos de delitos además de los tipificados actualmente. Por ejemplo, el 43% cree que conducir sin el seguro obligatorio debería ser delito; y hay 1,5 millones de conductores sin este seguro. Además, el 60% considera que debe ser delito no llevar a los niños en sillas adecuadas; pero hay 3,5 millones de conductores que han llevado a sus hijos sin estas sillas. Y el 34% opina que se debería penar conducir con tasas de alcohol superiores a cero; pero el 32% de los conductores afirma consumir alcohol habitualmente. Sobre este tema, Francisco Valencia considera que en el caso del alcohol y las drogas hay recorrido para ser más riguroso.

Llama también la atención el dato de que el 83% de los conductores cree que la justicia no es igual para todos, en referencia a los famosos, a los que el 19% les impondría incluso penas mayores que al resto por el efecto de concienciación que pueda tener la repercusión mediática de estos casos. De hecho, no hay más que ver la trascendencia del ‘Caso Farruquito’ (2003), que, según explica Francisco Valencia, fue el punto de inflexión: a partir de entonces se endurecieron las penas, arrancó el carné por puntos y se realizó la última reforma del Código Penal.