45 aseguradoras deberán presentar las cuentas de 2014 según Solvencia II

El 1 de enero de 2016 está previsto que entre en vigor de forma plena Solvencia II, pero en enero de 2014 se empezarán a aplicar determinadas medidas transitorias que obligarán a algunas entidades a estar preparadas bastante antes para la llegada de las nuevas normas. Según ha adelantado Miriam Blázquez, coordinadora de Proyectos de la DGSFP, en un desayuno de trabajo organizado por BDO sobre ‘La preparación de las entidades aseguradoras para la aplicación parcial de Solvencia II en 2014’, serán finalmente unas 45 aseguradoras las que tengan que someterse a esta obligación, entidades que en su conjunto acapararán el 80% de las provisiones técnicas de Vida y el 80% de las primas devengadas en No Vida; en el caso de los grupos participarán todos cuyo balance contable consolidado supere los 12.000 millones de euros. No obstante, la cifra final puede variar debido a que las cuotas de mercado se calcularán a partir de la información de 2012 y todavía no están recopilados todos los datos.

Las entidades que estén obligadas a realizar este trabajo preparatorio recibirán en enero de 2014 la comunicación formal de la DGSFP, por lo que tendrán un año para elaborar la información al supervisor. La primera información anual tendrá que entregarse en 2015 con datos de 2014, y la primera trimestral en el tercer trimestre de 2015. La labor de información al supervisor se complicará mucho para estas entidades puesto que además de entregar las cuentas conforme a Solvencia II tendrán también que seguir reportando la DEC. Una vez que entré en vigor Solvencia II sólo habrá un modelo. No obstante, según advirtió Miriam Blázquez, el calendario depende de que el Trílogo llegue a un acuerdo sobre el tratamiento de las obligaciones a largo plazo en Vida. Si éste no llega, esta obligación de información también se retrasará.

Sin lista de activos aptos para invertir

Solvencia II traerá, además, otras novedades que complicarán la actividad de las aseguradoras. Entre otras, según destacó la coordinadora de Proyectos de la DGSFP, ya no habrá lista de activos aptos para invertir, sino un sistema bajo el principio de prudencia que impedirá, por ejemplo, invertir en productos que no se conocen. Según Miriam Blázquez, esto creará problemas porque en la práctica el sistema va a ser más restrictivo.

Para las entidades más pequeñas otro problema añadido es que la función de auditoría interna va a tener que ser independiente, es la única que debe ser aislada, lo que supondrá un coste añadido porque obligará a su externalización o a contratar a una persona para que desempeñe esa función. Según destacó el director del área de Solvencia de BDO, Alberto Ferrando, esta función se convierte en una especie de asesor del consejo de administración.

Sobre la evaluación prospectiva de los riesgos (ORSA), tanto Alberto Ferrando como la directora del área de Solvencia de BDO, Cristina de la Parra, han destacado que no se inventa nada nuevo. Se trata del plan estratégico de la entidad, donde se valoran los riesgos, y se ve la necesidad de recursos para llevarlo a cabo. Lo que exige Solvencia II es una metodología determinada: “El cómo se hace es lo complicado”.