El secretario general de la OCDE, José Ángel Gurría, apoya la última reforma de las pensiones anunciada por el Gobierno, ya que demuestra que España se “está poniendo al día” en esta materia. Aplaude sobre todo que se vinculen las pensiones a la esperanza de vida porque el anterior sistema se diseñó cuando ésta rondaba los 50 años.  “Lo interesante es la vinculación automática de la edad de jubilación a la expectativa de vida para que el sistema se vaya ajustando en función de las necesidades”, señala, al tiempo que destaca que en una economía en la que la dinámica demográfica hace que cada vez haya más jubilados y menos activos, es “muy importante” que trabaje el mayor número posible de ciudadanos.

Santos M. Ruesga, catedrático de Economía Aplicada en la Universidad Autónoma de Madrid y el único del grupo de expertos que votó en contra del informe, critica en el blog de Economistas Frente a la Crisis que la ministra de Empleo, Fátima Báñez, anteponga el cumplimiento del objetivo de déficit público a la sostenibilidad del sistema de pensiones. Recuerda que el grupo de expertos había recomendado retrasar el índice de revalorización de las pensiones hasta 2019, pero se ha optado por aplicarlo en 2014: “No es un mecanismo para asegurar la sostenibilidad financiera del sistema de pensiones a largo plazo sino un instrumento para reducir el déficit público a corto plazo”. La principal consecuencia será que “el valor real de las pensiones tenderá a disminuir, particularmente en los años de depresión, sin que se vaya a recuperar la pérdida de valor adquisitivo en la fase de recuperación”.