Manuel Olivencia recogió anoche el XX Premio Pelayo para Juristas de Reconocido Prestigio, entregado por el presidente del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes. El presidente de Pelayo, José Boada, subrayó la “implicación y acierto” del Jurado en la elección del galardonado en esta edición. Valoró sobre Manuel Olivencia su ejemplaridad, especialmente en momentos en que la ciudadanía está tan desencantada. El premio se apoya “en la ejemplaridad y la excelencia”, observó Boada.

Manuel Olivencia afirmó en su discurso que “el Premio Pelayo es el más importante galardón en el mundo del Derecho. Primero, porque es, exclusivamente, para juristas; los Nobel no tienen al Derecho entre las ramas del saber que premian, y los Príncipe de Asturias lo engloban en el de Ciencias Sociales, que salvo excepciones tienen como destinatarios a economistas, historiadores, sociólogos y filósofos”. “Pero, además, la importancia de un Premio se acredita por el prestigio de quienes lo conceden y de quienes lo reciben. La calidad de los miembros del Jurado y de quienes me han precedido en las 19 ediciones anteriores es la mejor garantía de la importancia de este Premio que hoy llega a mis manos”. Relató algunas de sus tareas como juristas, se extendió en los conceptos de Estado y Derecho y su defensa de ambos.

En la conclusión del acto José Boada convocó la XXI Edición del Premio Pelayo para Juristas de Reconocido Prestigio.