Los PIAS pueden ser una buena alternativa a los depósitos

Los PIAS se han convertido en una de las formas de ahorro que más ha crecido en los últimos años. Su rentabilidad, sus beneficios fiscales y su sencilla liquidez son las características más valoradas por los clientes. La recomendación del Banco de España de imponer un límite a las rentabilidades a los depósitos bancarios puede darles un impulso, según El Economista. Los límites de los PIAS sólo están en las aportaciones, un máximo de 8.000 euros al año y un máximo de 240.000 euros en la totalidad del Plan. Los PIAS buscan un ahorro sistemático que en el futuro complemente la pensión pública de jubilación. Su rendimiento depende de la compañía y de la evolución de los mercados financieros.

Por tratarse de un plan de ahorro a largo plazo, los PIAS cuentan con un tratamiento fiscal muy favorable. "La rentabilidad que hayan generado hasta el momento en el que se empieza a cobrar como una prestación no tributa IRPF porque se entiende que es una ayuda a la pensión pública", explican en Unespa. Para quedar exento de tributación, han de transcurrir más de 10 años desde la 1ª aportación al Plan y ésta se ha de cobrar como una prestación de renta vitalicia. Por eso, si bien se puede disponer del dinero invertido en un PIAS de forma total o parcial antes de tiempo, éste perderá todas las ventajas y se le gravará un IRPF del 21% hasta los 6.000 euros, un 25% hasta los 24.000 euros y un 27% para cantidades superiores a 24.000 euros. La devolución del 100% del seguro, en caso de quiebra de la compañía, está garantizada por el Consorcio de Compensación de Seguros, “que paga al asegurado antes que a nadie”, insisten en Unespa.