Pilar González de Frutos pide al nuevo gobierno una reforma fiscal integral y rápida

La presidenta de la Comisión Fiscal de la CEOE y presidenta de Unespa, Pilar González de Frutos, ha aprovechado su intervención en las jornadas 'La fiscalidad que saldrá de la crisis', organizadas por la APD y Deloitte, para pedir al nuevo gobierno que salga de las próximas elecciones generales del 20-N que sea "valiente" y aborde las reformas necesarias en el ámbito fiscal de manera integral y deprisa: "No es momento para pequeños cambios sino de grandes reformas estructurales". González de Frutos considera que la fiscalidad que salga de la crisis debe ayudar a salir de ella y contribuir al proceso de solidez, por lo que las medidas a adoptar deberían adelantarse en el tiempo.

A juicio de la presidenta de Unespa, lo primero que hay que hacer es reducir el gasto público e identificar los ámbitos de colaboración entre el sector público y el privado. Y una vez acometidas estas tareas hay que diseñar un modelo fiscal que aporte certidumbre, que dinamice la actividad económica y potencie la inversión, la internacionalización y la competitividad de las empresas. El primer requisito de ese marco fiscal es que debe ser estable y predecible. Además, insistió en que se tiene que revisar el régimen sancionador, "que hoy solo cumple la labor de recaudar", y no la de corregir conductas erróneas. Es necesario también simplificar los procesos tributarios y revisar las cargas administrativas para eliminar las innecesarias. Desde el punto de vista de la actividad internacional de las empresas, ha pedido mayor seguridad jurídica para impulsarla, la firma de convenios de doble imposición con los países o jurisdicciones con los que no se hayan rubricado todavía y una mejora del régimen de las empresas exportadoras. Y en el marco europeo considera importante asegurarse de que la normativa que se apruebe a nivel doméstico va a aceptarse en Europa y luego aplicarla, y no al contrario como hasta ahora.

Pilar González de Frutos también ha hecho hincapié en la necesidad de atajar la morosidad de las administraciones, que "no puede lastrar la ya precaria financiación de las empresas. La ineficacia de la administración no puede recaer en los que crean empleo".