En España, los plazos de pago en B2B aumentan hasta los 94 días y se alejan de los 60 días que tratan de impulsar la legislación española y europea. Esa evolución se interpreta como una respuesta del tejido productivo a la necesidad de financiar su actividad empresarial a través del crédito comercial en un entorno de insuficiencia de liquidez financiera y capitalización empresarial, tal y como concluye el estudio sobre plazos de pago elaborado en el marco del Observatorio de Riesgo de Crédito en la Cátedra de Cash Management del IE Business School.