El pleno del Consejo Económico y Social (CES) se reunirá el 25 de septiembre en sesión de tarde para debatir, por trámite de urgencia, el anteproyecto de ley sobre la reforma de pensiones diseñada por el Gobierno. El CES tiene 10 días para emitir su dictamen.

El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha denunciado que el Gobierno hable “de un ahorro de 33.000 millones de euros en pensiones, ocultando que para quienes los van sufrir no son ahorros, sino recortes puros y duros”. “Si el Gobierno se sale con la suya, para los pensionistas lo peor de la crisis está por llegar”. El portavoz de Economía del PSOE en el Congreso, Valeriano Gómez, ha insistido en que los socialistas no apoyarán la reforma si se mantiene la fórmula de revalorización planteada por el Gobierno, y que aunque pueda haber “años concretos” en que las cuantías no se actualicen no se puede perpetuar esa situación en el largo plazo. “Los pensionistas, cuando se jubilan, deben  tener una pensión garantizada en cuanto a su poder adquisitivo”, argumenta, mientras duda de la constitucionalidad de las medidas. La portavoz del PSOE en el Congreso, Soraya Rodríguez, ha acusado al Gobierno de “expropiar” derechos económicos y sociales de los jubilados con su propuesta, que “cierra el círculo de las grandes mentiras electorales” del PP.

El portavoz de IU, José Luis Centella, considera que buscar el ahorro en los pensionistas es “una agresión” a uno de los sectores más débiles de la sociedad: “Es una vergüenza que pretenda ahorrar de las pensiones, ya podría ahorrar de la banca”. El diputado de ICV, Joan Coscubiela, afirma que “el Gobierno plantea sustituir una fórmula de revalorización de pensiones cierta y transparente, como es la del IPC, por una fórmula incierta, que permite una total manipulación de los datos y que provocará una caída en picado del poder adquisitivo”, ha resumido.

Los secretarios generales de UGT, Cándido Méndez, y de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, han rechazado por “injusta” e “innecesaria” la propuesta de reforma, que se traducirá en un “empobrecimiento” de los pensionistas y pondrá en riesgo la recuperación. “No nos vamos a quedar de brazos cruzados, sin ningún género de dudas”, advierte  Méndez tras participar en la reunión de la Confederación Europea de Sindicatos. “No nos resignamos a que el único resultado de las conversaciones tenga que ser una minoración de la calidad de las pensiones”, añade Toxo.