Riesgos al volante: el consumo de porros se ha banalizado más que el de alcohol

Fundación Mapfre y Fundación de Ayuda Contra la Drogadicción (FAD) presentaron ayer el informe ‘Conducción y Drogas. Factores subyacentes a los comportamientos de riesgo’, con el objetivo de analizar lo que los jóvenes de entre 16 y 30 años piensan y perciben acerca de los riesgos asociados a la conducción.

Eusebio Megías, director técnico de FAD, desatacó que aunque de las respuestas se deduce que existe una aceptación formal de lo que se supone que debe ser una conducción responsable, a preguntas indirectas las contestaciones no son tan políticamente correctas y sustancias, consumo y conducción, lejos de estar disociadas aparentan tener fuertes vínculos.

El estudio afirma respecto al análisis de los comportamientos al volante que aunque la mayoría declara que en los últimos 6 meses ‘nunca’ ha conducido bajo los efectos de sustancias, un porcentaje muy importante de conductores ha conducido ‘alguna vez’ bajo los efectos de las drogas, cerca del 36% en el caso del alcohol y alrededor de un 10%, en el caso del cannabis, cocaína y otro tipo de drogas. Muchas de estas personas son hombres, de entre 25 y 30 años y conductores habituales. En relación a los pasajeros, 6 de cada 10 declara haberse subido en los últimos 6 meses a un vehículo cuyo conductor ha consumido alcohol, y más del 30% lo ha hecho en un vehículo cuyo conductor ha consumido porros, cocaína y pastillas, entre otras sustancias.

El trabajo también señala, según subraya Megías, que el consumo de porros se ha banalizado más que el alcohol, de forma que ahora se ve más peligroso el beber que el fumar cannabis: “Hay más concienciación de los efectos que produce el consumo de alcohol en la conducción que con el consumo de drogas, siendo la disociación entre consumo y conducción muy superior en el primer caso”, según se explica en el estudio. El 42,9% de los consumidores frecuentes de porros (42,1% en el caso del alcohol) considera que el riesgo de sufrir un accidente se incrementa dependiendo de la cantidad o que apenas aumenta; opinan lo mismo el 26,7% de los que los consumen a diario (14,9% en el caso del alcohol).

No sólo los jóvenes consumen drogas

En la presentación participó María Seguí, directora general de Tráfico, quien ha insistido en que las drogas están en todas partes, y el rechazo social a la conducción tras haberlas consumido debe comenzar ya: “si se redujera a cero el número de conductores que no toman sustancias ilegales habría 900 fallecidos menos en el informe de la DGT del año que viene. El impacto es incuestionable”.

No obstante, María Seguí advierte que ese rechazo social debe ser para todos, sin estigmatizar a los jóvenes. De hecho, explica que aunque la encuesta se ha centrado en ciudadanos de entre 16 y 30 años, en 2015 la DGT impuso 25.000 sanciones por dar positivo en drogas; y de ellas, menos de la mitad correspondían a esa franja de edad. El 49% de los fallecidos en vías interurbanas había consumido drogas ilegales, y más de la mitad de ellos tenían más de 30 años.  

Bartolomé Vargas, fiscal de Sala de Seguridad Vial, considera que ésta debe ser “la legislatura del encuentro y la convivencia en el tráfico, y de la asignatura pendiente, que es la educación vial”. A su juicio, en formación vial falta un impulso institucional de coordinación, y hace falta una nueva normativa sobre este asunto en los colegios.

El acto lo presentó Jesús Monclús, director de Seguridad Vial de Fundación Mapfre, quien destacó que “llevamos 30 años luchando contra el alcohol en las carreteras. Sin abandonarla, ahora hay que dar más protagonismo a las drogas: entre 1 de cada 3 y 1 de cada 2 implicados en un accidente de tráfico ha consumido drogas. Las drogas son incompatibles con la conducción”.