El seguro colectivo de Salud empieza a dar muestras de tensión en los precios

El seguro de Salud colectivo está creciendo a un ritmo muy superior al individual. En el primer trimestre del año el volumen de primas ha aumentado en su conjunto más de un 5,5%, el doble que las pólizas individuales. Las cifras muestran claramente que hay una tendencia a la colectivización del ramo de Salud, que el sector cree que se mantendrá en el medio plazo. Las razones son varias.

Jaime Ortiz, director comercial y Márketing de Asisa, destaca la supresión de los incentivos fiscales para la contratación individual y el auge de los Planes de Retribución Flexible. Además, Kristof Vanooteghem, director de Negocio Empresas de AXA, apunta también como palanca de crecimiento, fuera del ámbito de la previsión social colectiva, la mutualización tarifaria y la agrupación bajo fórmulas colectivas de federaciones, clubs, colegios y similares, cuyo crecimiento es el más elevado según los datos publicados por ICEA, un 15,49%; y el fuerte avance de los productos complementarios, como el seguro Dental colectivo, con subidas del 9,82%. A todo ello hay que sumar, según apunta Francisco Calderón, jefe de Desarrollo del negocio de Salud de Mapfre España, “la excelente valoración que los empleados tienen de este seguro, ya sea como parte de su remuneración o bien como beneficio social”.

Uno de los efectos de este auge del seguro colectivo de Salud ha sido la aparición de cierta tensión en los precios en este segmento. Jaime Ortiz (Asisa) explica que “la colectivización del sector impulsa los precios a la baja, entre otros motivos por la mayor capacidad de negociación que tienen las empresas, que a la vez son mucho más exigentes en sus demandas”. A su juicio, “en un mercado con unos márgenes muy estrechos, es evidente que esto provoca tensiones, por lo que es difícil mantener a medio y largo plazo esta tendencia de reducción de precios”.

Se observa en la oferta de

seguros colectivos estrategias de precios

muy por debajo de lo que se podría 

considerar técnicamente suficiente

En el mismo sentido, Kristof Vanooteghem (AXA) reconoce que “en estos últimos años hemos podido observar en la oferta de seguros colectivos estrategias de precios muy por debajo de lo que podríamos considerar técnicamente suficiente. Sin embargo, es necesario sostener una política de precios que garantice la estabilidad de la prestación de servicios de calidad en el sector”.

Francisco Calderón (Mapfre España) introduce otra idea. Según explica, para captar nuevos clientes se ha encontrado en las ofertas colectivas una fórmula que intenta compensar unas primas contenidas a cambio de grandes volúmenes de asegurados: “Las primas son cada vez más ajustadas, pero también lo son las condiciones para la adhesión. Este planteamiento por parte de las aseguradoras para que se cumplan unas condiciones previas a la contratación permite mantener el equilibrio”.

El principal reto del

seguro de Salud

es adecuar los precios

a los costes asistenciales

En este contexto, el principal reto del seguro de Salud es adecuar los precios a los costes asistenciales: “Es muy difícil poder mantener un alto nivel de calidad en las coberturas y seguir bajando los precios de las pólizas. Hasta ahora hemos podido adaptarnos y ajustar los precios mejorando la eficiencia y reduciendo los costes de gestión, lo que sin duda es muy positivo, pero también reduciendo los márgenes de rentabilidad”, advierten desde Asisa. La lectura de Mapfre España es más optimista, y partiendo de la misma realidad explican que “la rentabilidad no se sostiene únicamente sobre las primas. En los últimos años se ha reducido la siniestralidad y se ha trabajado intensamente en la reducción de los costes y en el incremento de nuevos asegurados”.

En cualquier caso, el escenario actual es muy probable que no sea sostenible a largo plazo. Pese a la reducción de los gastos, hay que tener en cuenta dos factores que están impactando en el ramo: el aumento de los costes sanitarios por la aplicación de nuevas tecnologías médicas y el aumento de la edad de la pirámide asegurada por el envejecimiento de la población, “lo que puede conllevar una adecuación en la tarifa”, según comentan desde AXA.