En Cataluña se registraron en 2013 un total de 255.536 accidentes de circulación donde sólo hubo daños materiales, lo que implica una caída del 3,8% frente al año anterior. Esa siniestralidad leve ha descendido de forma sostenida desde 2008 como consecuencia del estallido de la crisis económica y de la caída de la actividad, precisa Unespa. Detalla que la moderación de la siniestralidad leve se ha producido en Cataluña con algo más de intensidad que en el resto de España y alberga en los últimos ejercicios cerca del 15% de todos los accidentes leves de tráfico ocurridos en el país.

Entre otras cuestiones, indica que dentro de Cataluña destaca el peso de la provincia de Barcelona y, en especial, de su área metropolitana, al registrarse tres de cada cuatro siniestros acaecidos en esta provincia. El peso de Girona y Tarragona ronda el 9% del total, cada una, mientras en Lleida apenas se produce un 5% de los incidentes. Los datos indican que la mejora de la siniestralidad leve en Cataluña del último año se debe a los descensos en el número de accidentes en Barcelona, donde los golpes han menguado un 25% desde principios de 2008.

“Una de las dinámicas más curiosas que presenta la siniestralidad leve de los vehículos en Cataluña es su estacionalidad. La provincia de Barcelona, que alberga la mayor zona metropolitana de la región y tiene una mayor densidad de población, muestra una tendencia a vaciarse en agosto. Esto incide de forma positiva en su siniestralidad, que llega a ser durante ese mes la mitad que en otros momentos del año”, explica Unespa.