La situación de la sanidad pública eleva la demanda del seguro privado

El seguro de Salud privado es el único que ha crecido durante todos los años de la crisis, según publica El País. En 2011 vio aumentar sus ingresos por primas un 3,06%, hasta los 6.589 millones de euros. Cristina del Ama, directora de Vida y Salud de Allianz, cree que el ajuste en la sanidad pública “supone una oportunidad para los seguros privados, que ofrecen un valor añadido a los clientes a través de una gran calidad en las prestaciones y que además aportan características muy valoradas por los asegurados, como la reducción de tiempos de espera, la libre elección de especialistas, habitación individual en caso de hospitalización”.

Susana Moreno, directora de la división de Salud de Groupama, estima que es difícil cuantificar el impacto que tienen las medidas aprobadas en sanidad en el incremento de la facturación de primas del seguro privado. “Pero sí hemos constatado el aumento del interés por este producto en canales de distribución, como el de mediadores, en los que hasta el momento el ramo no era prioritario”, reconoce. Antonio Jiménez, responsable de Salud de AXA, indica que cada vez son más importantes los ‘pagos en especie’ al trabajador, y en este sentido “el seguro de Salud está reconocido como el más atractivo”: “Estamos notando que empresas y particulares nos piden más información sobre este producto”.

“La sanidad privada debería ser complementaria de la pública, no sustitutiva”, puntualiza Iñaki Ereño, consejero delegado de Sanitas. Javier Murillo, director general de Adeslas, explica que la Administración podría usar el seguro de Salud como herramienta para “mejorar la eficiencia del conjunto del sistema sanitario, por ejemplo, dando apoyos fiscales a la contratación de seguros de Salud tanto de empresas como de personas individuales o directamente el aseguramiento de colectivos de ciudadanos”. “Hay dos fuerzas tirando en sentido opuesto. Por un lado tenemos el mayor número de cancelaciones de contratos de nuestra historia. Y por otro, existe un enorme interés por parte de familias, autónomos, empresas e incluso parejas, que antes dudaban si entrar o no en estos seguros y que ahora, frente a la incertidumbre de la sanidad pública, dan el paso. Haciendo la media, este movimiento nos aporta estabilidad”, reflexiona Josep Santacreu, consejero delegado de DKV.

“Hasta hace 5 años, el 50% de los clientes eran individuales y la otra mitad colectivos. Ahora, los primeros son el 35% y los segundos representan el 65%”, desgrana Javier Oliveros, director comercial de particulares de Mapfre.