Solvencia II: La DGSFP ha recibido sólo 25 peticiones para usar modelos internos

De las casi 300 entidades aseguradoras que supervisa la DGSFP, sólo 25 han realizado una petición al supervisor para utilizar modelos internos con los que calcular el capital de solvencia obligatorio (SCR) que deberán mantener con las nuevas normas de Solvencia II, una regulación cuya implementación es muy probable que no pueda adoptarse hasta, como muy pronto, enero de 2014.

Según ha explicado el inspector jefe de Normativa Comunitaria de la DGSFP, Francisco Sola, en unas jornadas sobre ‘Compliance en entidades aseguradoras’ organizadas por iiR España, en las que Grupo Aseguranza era media partner, uno de los motivos es el retraso en la aprobación de la directiva Omnibus II, que define el nuevo marco de supervisores europeos, y que, “sorprendentemente”, ha recibido 472 enmiendas del Parlamento sin que se sepan los motivos de esta avalancha de peticiones. Entre esos motivos podría estar el que el Parlamento haya interpretado que la Comisión se haya arrogado demasiadas competencias.

En el ámbito del calendario nacional, el proyecto de nueva Ley de supervisión de seguros privados, que traspone Solvencia II, ya fue publicado el 22 de julio en el Boletín Oficial de las Cortes Generales, pero tendrá que revisarse próximamente para incorporar la directiva Omnibus. Además, existen dudas sobre ciertos aspectos, como la forma de articular las directrices no vinculantes de la Eiopa. Estas guías, que van a ser producidas a iniciativa propia del supervisor europeo, van a generar probablemente muchos problemas. Según explica Francisco Sola, estas normas van a poder dirigirse tanto a las aseguradoras como a los supervisores, y aunque no son vinculantes, sino se cumplen se tendrán que dar explicaciones públicas de los motivos, “lo que genera incógnitas”.

Los consejeros, a examen

La elaboración de la guía que servirá para elaborar el documento con el que se informará al supervisor del sistema de evaluación de riesgos y solvencia (ORSA) se enfrenta también a múltiples complicaciones. El ORSA (sistema de gestión de riesgos) es el verdadero ‘quid’ de Solvencia II, según los expertos, y cada entidad debe tener uno, pero se puede externalizar. Esta circunstancia puede llevar al supervisor a plantearse hasta qué punto la entidad y el consejo conoce el ORSA de su compañía. Según explica Alicia Pérez, inspectora jefe de la Unidad de Grupos de Trabajo de Pilar II y de Grupos de Eiopa de la DGSFP, algunos supervisores (entre ellos el alemán) están haciendo presión para que se envíe una especie de cuestionario o examen al consejo de las entidades para asegurarse de su conocimiento sobre el ORSA.

No es el único problema. Las entidades pueden producir un ORSA a nivel de grupo que diferencie entre las distintas entidades que lo componen y que debe enviarse al supervisor de la matriz. Sin embargo, hay supervisores que no quieren ser supervisores de grupo, sobre todo entre los más pequeños, por el trabajo que requiere. Además, el idioma en el que se elabore estos informes también ha generado un candente debate. De momento, se ha llegado a una especie de ‘pacto entre caballeros’ por el que la parte de cada entidad se escriba en el idioma original, lo que, a su vez, complicará mucho la elaboración del documento.