Solvencia II no afectará a las cautivas y sí las hará más profesionales

Un tercio de las compañías que cotizan en el Ibex 35 y algunas de las aseguradoras españolas con mayor volumen cuentan con entidades cautivas. La llegada de Solvencia II no reportará grandes cambios y en cualquier caso “no será un proceso traumático”. Así lo afirmó Georges Michelena, head of spanish companies chez Risk & Reinsurance Solutions, quien indicó que “el 100% de las cautivas van a poder responder a Solvencia II”. Añadió que la parte cuantitativa generará gran estabilidad y fortaleza a las entidades y únicamente tendrán que cumplir con la normativa en los aspectos cualitativos. Sí se añadió, en una jornada de Igrea, que la Directiva al incorporar reporting, requerimientos de capital nuevos ayudará a profesionalizar mucho a estas entidades. Dejará de ser ‘la compañía del loco de la gerencia de riesgos’ y se conocerán los resultados y la solvencia. Dentro de este proceso de profesionalización, la nueva regulación incorpora la obligación de que los directores financieros estén en los consejos de las empresas.

Otro aspecto que variará con Solvencia II es la exigencia ante los riesgos de contraparte. Alfredo Arán, director general de Mapfre Global Risks, indicó que lo ideal sería que las cautivas se capitalizasen, tuvieran ratings y de esta manera redujeran este riesgo.

En la parte de debate se preguntó que si ante riesgos no tradicionales las compañías de seguros están preparadas o es el momento de acudir a las cautivas de directo. En este sentido, Arán indicó que en el caso de su entidad no sería posible ser compañía fronting puesto que  no lo hacen en operaciones donde no participan del riesgo. El presidente de Igrea, Daniel San Millán, señaló que “lo nuevo cuesta” y la incorporación de una entidad fronting también dependerá de la capacidad de la operación.

San Millán animó a las entidades que no tienen a crear una entidad cautiva. Como ventajas observó que da estabilidad a los programas de gerencia de riesgos, el participar en los propios riesgos genera tranquilidad y añadió que “sería una gran idea retener la frecuencia. La frecuencia se debería quedar en nuestras casas y la intensidad fuera”. Agregó también que es una herramienta adecuada como gerentes de riesgos: ayuda a salirse del corsé que conllevan los negocios regulados y los financiadores, además de la posibilidad de retener el riesgo que se quiera en función del precio del mercado. Respecto a los riesgos no asegurables, reconoció que es complicado para el sector asegurador puesto que se basa en la estadística y estos casos no cuentan con ella. En este sentido aceptó la mano que un asegurador le tendió para conocer cómo se elaboran los seguros, se vigilan los cúmulos y se procura la estabilidad.