Tecnifuego advierte de que la vida útil de los detectores de incendios es de 10 años

Tecnifuego-Aespi considera que la vida útil de los detectores de incendios es de 10 años en condiciones ambientales normales. En este sentido considera "muy acertada la inclusión de dicho concepto en el nuevo Reglamento de instalaciones de protección contra incendios, RIPCI".

Pasado el tiempo de vida de un detector es necesario  proceder a realizar determinadas pruebas y análisis del equipo, establecidas por el fabricante de los mismos, que aseguren que su estado operativo se encuentra en condiciones equiparables a las del momento de su fabricación y dentro de los parámetros indicados en la norma que le corresponde, y por tanto le permita seguir funcionando durante un periodo de tiempo adicional o proceder a la sustitución del mismo.

Tecnifuego señala también que en caso de que las condiciones ambientales sean contrarias, por ejemplo exposición a polvo o suciedad, cambios de humedad y temperatura, etc., el tiempo de vida útil se verá afectado, y en la fase de mantenimiento e inspección se evaluará la necesidad de sustitución.