Tendencia peligrosa: cae el fraude ocasional, pero crece el premeditado y organizado

AXA ha presentado el IV Mapa del fraude en España. En 2016, la aseguradora evitó pagos indemnizatorios fraudulentos por valor de 59 millones de euros, lo que supone una caída de casi un 8% respecto al año anterior. Desde 2007 estos pagos se han multiplicado por dos. Arturo López, director de Siniestros de AXA, ha explicado que este incremento se explica por el contexto de crisis de los últimos años, y el esfuerzo de la aseguradora en la lucha contra el fraude: el pasado ejercicio, AXA invirtió 3,2 millones de euros en tecnología y formación con este objetivo. Si se extrapolan y ponderan los datos de la compañía por su cuota de mercado se llega a la conclusión de que la tasa de fraude nacional ha pasado de menos del 1% en 2012 al 1,63% en 2016.

 

 

Tras estas cifras generales hay cambios de tendencia significativos y alarmantes. El fraude ocasional, el que se aprovecha la realidad de un siniestro para introducir daños preexistentes o anteriores, sigue reduciéndose, probablemente, según explica el director de Siniestros de AXA, porque los efectos de la crisis se han ido mitigado. En 2016 representaba el 52% de los casos frente al 57% de 2014. Otro motivo es que se trata de un fraude con un retorno económico moderado: el 63% de las ocasiones el defraudador logra una indemnización inferior a 600 euros.

Más peligroso es para el sector el fraude premeditado; y éste está creciendo. Supone el 45% de los casos de fraude evitados en 2016 frente al 42% de hace 2 años. La indemnización media es de unos 3.900 euros. “La tecnología y la profesionalización hace que el tipo de fraude sea mejor pensado y planificado. También el sector debe profesionalizarse”, afirma Arturo López.

Y más peligroso aún es el fraude organizado, aquel perpetrado por bandas o tramas organizadas. Los casos detectados han pasado de 7 en 2013 a 71 en 2016, pasando a representar el 3% de todo el fraude. El número de siniestros fraudulentos llevados a cabo por estas tramas ha aumentado un 40% respecto a 2015, y el importe medio a defraudar ha caído de 5.500 euros en 2015, a 2.950 en 2016. Arturo López comenta que esta evolución se debe a que se intenta defraudar pasando más inadvertido, por eso se reduce el importe medio a defraudar.

Los casos de intoxicación alimentaria

En este ámbito AXA ha destacado un tipo de fraude que ha proliferado, los casos de turistas que vienen a pasar unos días a España, y una vez en sus países de origen reclaman a los Tour Operadores con quien contrataron el viaje una indemnización por intoxicación alimentaria durante la estancia en el hotel. El director de siniestros de AXA asegura que se han encontrado en la compañía más de 50 casos de este tipo.

La detección de los casos de fraude tiene un impacto importante en la prima que pagan los asegurados por sus pólizas. Según destaca AXA, en condiciones idénticas, si la aseguradora no hubiera detectado el fraude, para mantener los ratios de rentabilidad las primas de Autos se tendrían que incrementar un 5%, y hasta un 19% en los casos de RC y Accidentes.

 

 

Por líneas de negocio, Autos sigue siendo el ‘rey’ del fraude, es el ramo protagonista de 6 de cada 10 siniestros fraudulentos. Sin embargo, su peso se está reduciendo: en 2013, el porcentaje de fraude en el que intervenía un vehículo era del 68,6%, frente al 59% de 2016. Arturo López explica que este descenso puede deberse a cierto envejecimiento de las metodologías de fraude.

En cambio se ha producido un significativo incremento del fraude en Multirriesgos, que ha pasado de representar el 24% del total en 2013 a casi el 32% en 2016. Otro cambio significativo que se ha producido en este ramo es que en 2016, por primera vez, los fraudes relacionados con los daños de agua son más numerosos que los eléctricos, pasando a representar más del 40% del total.

Diversos también ha aumentado su porcentaje en los casos de fraude hasta representar más del 9% del total, frente al 7,3% que suponía hace 3 años.

Vida, un ‘nicho de negocio’ muy apetecible

Esto en cuanto a los seguros generales, en Vida, el crecimiento del sector ha ido acompañado también de un incremento de los casos de fraude: “Hay que vigilar este crecimiento. Son pocos casos, pero crecen y con indemnizaciones millonarias”. Son precisamente estas jugosas indemnizaciones las que están detrás del incremento del fraude en este ramo, según afirma el director de Siniestros de AXA. La aseguradora contabilizó el año pasado 73 casos de fraude por un valor de 6,3 millones de euros; un 35% más de casos y un 11,5% de cuantía.

Estos fraudes están relacionados habitualmente con la ocultación de patologías previas a la contratación de la póliza; la simulación de enfermedades, y la de la propia muerte. AXA ha identificado, y evitado, 2 casos de este último tipo.