El TS condena a dos años al capitán del Prestige y establece la responsabilidad civil

El Tribunal Supremo ha condenado a dos años de prisión al capitán del Prestige, Ioannis Mangouras, como autor responsable de un delito imprudente contra el medio ambiente en la modalidad agravada de daños catastróficos, por la grave afectación del medio marino y los perjuicios provocados por el vertido de fuel.

El TS declara la responsabilidad civil del marinero, de la aseguradora, de la propietaria del barco y del Fidac (Fondo Internacional para la indemnización de daños causados por hidrocarburos), que deberán hacer frente a las indemnizaciones que se fijen en ejecución de sentencia. En concreto, se declara la responsabilidad civil directa, con el mismo alcance, de la aseguradora The London P&I CLUB, y la subsidiaria de Mare Shipping Inc., propietaria del barco. Se declara igualmente la responsabilidad civil del Fidac (Fondo Internacional para la indemnización de daños causados por hidrocarburos) con los límites establecidos en el Convenio que lo regula.

La sentencia “difiere la concreción del importe de las indemnizaciones en concepto de responsabilidad civil a la fase de ejecución de sentencia, si bien señala que la misma debe abarcar la restitución, la reparación del daño, tanto el emergente como el lucro cesante, incluido el daño medioambiental en sus distintos aspectos, y la indemnización de perjuicios materiales y morales, con el límite de las peticiones formuladas por las partes en sus conclusiones definitivas”, explica el CGPJ.


En este sentido, se ha aplicado el régimen de responsabilidad civil previsto en el Convenio Internacional sobre Responsabilidad Civil nacida de daños debidos a contaminación por hidrocarburos, que establece un sistema limitado de responsabilidad que en este caso no rige porque tanto el acusado como la compañía propietaria del buque, la Cia Mare Shipping Inc, actuaron “temerariamente y a sabiendas de que probablemente se causarían tales daños”.

Además, recoge que “se ha apreciado grave imprudencia por parte del capitán A.I. Mangouras por haber acometido la que resultó ser la última travesía del Prestige en la manera en que lo hizo y por la forma de afrontar la crisis que se presentó una vez que a las 14.10 horas UTC del día 13 de noviembre, se produjo la explosión que dio lugar a una abertura de muy importantes dimensiones en el costado de estribor del buque por la que comenzó a verterse al mar el fueloil que trasportaba”. Añade que “asumió una travesía en un momento en que lo previsible, cuando no seguro, en atención a la zona por la que había de navegar y la época del año en la que lo hacía, es que hubiera de enfrentarse a condiciones meteorológicas adversas”. Y agrega que Mangouras también creó un grave riesgo, “sobre todo en relación con el carácter altamente contaminante de la sustancia que transportaba”.