“Los seguros tal y como hoy los entendemos desaparecerán”, afirmó Tomás Muniesa, consejero delegado de VidaCaixa, en unas jornadas del IESE sobre Solvencia II. Con la situación actual de esta norma, todavía en fase de elaboración, “se destruye el concepto de seguro a largo”, y muchos de los productos actuales “serán imposibles de cubrir en capital y desaparecerán”. “Los ciudadanos se verán perjudicados, ya que no van a tener la posibilidad de ahorro con productos con un tipo de interés asegurado”, señala. “Debemos ser muy críticos con el legislador por mala praxis; no se puede generar legislación sin medir las consecuencias”, insiste Muniesa, que pide a la Unión Europea que realice test de estrés previos a las normativas que pretende aprobar, para evitar daños irreparables. Y advierte de otro daño colateral: “No sólo se penalizará a un sector que ha demostrado ser solvente y se desincentivarán los productos que mejor protegen a los clientes, sino que se nos invitará a invertir únicamente en deuda alemana”. Muniesa recuerda que el seguro es “el primer inversor en renta fija a largo plazo en España” y que “Solvencia II puede perjudicar las emisiones de deuda de algunos países”.

El presidente de Allianz en España, Vicente Tardío, criticó la “clara falta de visión estratégica” a la hora de planificar el ahorro a largo plazo, aunque cree que Solvencia II mejorará el control de los riesgos, introducirá una “volatilidad” en el sector que “difícilmente va a ser entendida por los mercados”. Y puede implicar “una gran discrecionalidad” entre las autoridades de control del sector en cada país. "Las medianas y pequeñas aseguradoras tendrán que salir de algunos ramos" por la elevación de las exigencias de capital. 

Por su parte, el director general de Catalana Occidente, Francisco Arregui, pidió que la regulación “no afecte a la competitividad” internacional de las compañías: “Solvencia II es un proyecto bastante caro y nada fácil para las aseguradoras”.