Alta siniestralidad del motosharing: hasta 26 veces más que la media del resto de vehículos

Fundación Mapfre, con la colaboración de la DGT y Cesvimap, ha elaborado el informe 'La contribución del motosharing a la seguridad vial'. Y deja conclusiones preocupantes. En las motos compartidas, la siniestralidad es muy alta. Se aproxima al 8%, lo que supone 26 veces más que la media del resto de vehículos y 10 veces más con respecto a las motocicletas de uso privado. 

El estudio corresponde a 2019, analizándose un total de 9.882 motos compartidas de 11 ciudades españolas. Ese año se vieron involucradas en 804 siniestros y un 88,8% (cerca de 700 conductores) sufrió lesiones leves. Desafortunadamente, ese año hubo una víctima mortal, según los datos oficiales.  

Del total de siniestros, casi la mitad se produjeron como resultado de caídas (47%), seguida de colisiones fronto-laterales (18%) y alcances (10%). El 60% de los siniestros ocurrieron durante el día, especialmente entre las 14 y las 20 horas (31,7%). Los jueves (15%) y los viernes (18%) son los días que registraron mayor siniestralidad.

Cerca de la mitad de los lesionados tenía entre 25 y 34 años (48,6%) y la mayoría eran hombres (82%). Además, 8 personas no llevaban casco en el momento del incidente (1%) y un 1% no contaba con el carné necesario para llevar el vehículo (B+3, licencia de ciclomotor o permiso de moto) o directamente no tenían carné (7 personas).

Valencia (15,5%), Sevilla y Madrid (9,5% en ambos casos) son las ciudades con mayor índice de siniestralidad de motosharing. En el lado contrario se encuentran Murcia (1,3%), Málaga (1,8%) y Granada (3%).

Propuestas de mejora

Los autores del informe han analizado también cerca de 40 motos y las características del sistema de alquiler que utilizan un total de 13 compañías de sharing. Y han detectado que se necesita reforzar con urgencia el mantenimiento de este tipo de vehículos, sobre todo en relación a los elementos de seguridad como las luces, los mandos, los frenos y el acelerador, entre otros.

Asimismo, el estudio propone medidas para aumentar la seguridad de las motos y ciclomotores, como universalizar el sistema antibloqueo de frenos (ABS) en todos los vehículos de sharing y promover el uso del casco integral, el más seguro. Además, incluye un decálogo con diversas propuestas, entre las que destacan que estas empresas de sharing 'mentoricen' el comportamiento de sus conductores y faciliten que las apps empleadas en el alquiler avisen de prohibiciones y promuevan el pago por uso seguro. Esto último quiere decir que no se mida solo el tiempo empleado, sino también el cumplimiento de las normas, en particular las de velocidad y la ausencia de frenadas bruscas, por ejemplo. También propone que se incentive el uso de equipamiento adicional de protección durante los trayectos, empezando por guantes y calzado cerrado, y continuando por el airbag para motociclistas.

Según el informe, otras buenas prácticas serían la impartición de clases de iniciación gratuitas para personas que nunca hayan utilizado antes este tipo de vehículos o que no tengan experiencia reciente, la implantación de sistemas de limitación de velocidad en zonas urbanas para evitar multas y penalización a los clientes cuando sean sancionados. 

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