Vivimos en el país más estable del mundo occidental, que se está salvando de situaciones complicadas y mantiene los valores de la sociedad. "Somos un país auténticamente ejemplar, un pueblo que merece la pena", según Antonio Garrigues Walker, pero advirtió: "Sin orden jurídico, no hay nada". Lo expresó tras recoger el Premio Pelayo para Juristas de Reconocido Prestigio, sobre el que afirmó que el hecho de que Pelayo lo haya mantenido durante 25 años es un éxito, "es una maravilla", y se ha convertido en uno de los más importantes del entorno jurídico.

El presidente de Pelayo, José Boada, recordó que un año más se reconoce "la encomiable labor" un profesional del ámbito jurídico por su contribución a mejorar la sociedad, fomentando la convivencia a través de la práctica jurídica, y el ejemplo de su trayectoria profesional que transmiten a las generaciones futuras. "El Premio Pelayo también quiere apoyar los principios y valores de nuestro estrato social y democrático desde el Derecho, plasmados en la Constitución", dijo.

Este año se ha celebrado el 25º aniversario del Premio Pelayo, valorando que cuando se creó "era impensable entonces el exitoso recorrido que ha tenido". En esta edición se ha realizado un homenaje especial a todos los premiados a lo largo de los años.

Sobre la figura de Antonio Garrigues Walker, ensalzó que es "propagandista de las ideas liberales, un polifacético intelectual, un genial practicante de las artes y de la literatura, empresario de éxito…", además de un "humanista al estilo renacentista".

José Boada concluyó anunciando la convocatoria del XXVI Premio Pelayo para Juristas de Reconocido Prestigio.